Ir al contenido principal

No ves lo que eres…


“Tú no ves lo que  eres, sino su sombra”. Rabindranath Tagore
sombra
A lo  largo de nuestra vida, y a medida que vamos creciendo, creamos un “yo” o concepto de nosotros mismos que está perfectamente adaptado a las exigencias de nuestro mundo.

Este yo que hemos construido tiene dos caras:
1.    El personaje público: la cara que mostramos al mundo. Jung la denomina la <máscara o personalidad>. Y es este yo quien determina lo que está bien/mal desde el punto de vista de sus propios intereses.
2.    La 2ª cara es la que no queremos ver. En ella se encuentran nuestros miedos, preocupaciones, culpabilidades, vergüenzas, etc. En definitiva, en ella están todos y cada uno de los aspectos reprimidos; esos aspectos de nosotros mismos que no podemos mostrar al mundo porque si lo hiciéramos no seríamos aceptados por los demás. Jung llama a este aspecto de nuestra personalidad “la sombra”.
·          Observa todo lo que juzgas o criticas exageradamente de otros.
·       Sé consciente de tus actos impulsivos involuntarios que normalmente son        dañinos para ti (por ejemplo: adicciones, apegos emocionales, etc.)
·       Explora cuáles son las emociones ocultas que has ido reprimiendo a lo largo de tu vida. ¿Qué emoción te cuesta más expresar? ¿cuáles son las que niegas o escondes de ti?
Luchamos para ser buenos y con esta actitud nos auto-engañamos y reprimimos emociones que conforman la sombra. 
Esto nos hace repetir situaciones, dramas, experiencias dolorosas una y otra vez. Es como si algo o alguien conspirara contra nosotros.
Todos tenemos la necesidad de ser nosotros mismos con autenticidad; de vivir con una personalidad íntegra y completa. Es imposible vivir con plenitud sin integrar tu sombra.
En definitiva, conocer ese lado oscuro que todos tenemos es una gran revelación que te da la fuerza que necesitas para conseguir todo lo que te propongas.

¡Sé transparente y muéstrate tal y como eres!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

UN SABIO DIJO:

PROBIDAD

PROBIDAD    Probidad, la etimología nos remite a la lengua latina, ciertamente al término probitas. “honestidad y rectitud”. Puede decirse que la probidad está vinculada a la honradez y la integridad en el accionar, quien actúa así no comete ningún abuso, ni incurre en un delito. Lo contrario a la probidad es la corrupción, que implica un desvió de las normas morales y las leyes. En definitiva, es una virtud. La realidad, por supuesto, demuestra que la probidad no está presente en la totalidad de la humanidad. En el desarrollo de nuestras funciones la falta de probidad resulta aún más grave y perjudicial, ya que del accionar profesional se desprenden perjuicios a la sociedad; por decir: Si un magistrado carece de probidad, no puede administrar justicia. Sus dictámenes no serán imparciales, ya que pueden estar determinados por vicios. De esta manera un juez que no es probo puede condenar a prisión a un inocente o dejar en libertad a un asesino. También, todos,...