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Mostrando las entradas de enero, 2019

¿Qué no sabrá el espejo? “su filosofía es”

¿Qué no sabrá el espejo?   “su filosofía es” Dijo Adela a su amiga Eloísa cuando se miraba en el espejo de cuerpo entero: siempre paso buen tiempo mirándome antes de salir, y cuido de estar bien presentable, tanto en mi vestimenta como en mi fisonomía; nadie se dio cuenta y tampoco no tenían por qué darse cuenta que el espejo había escuchado la simple presunción. El espejo que tenía vida de muchas generaciones y que toda su oscura vida había permanecido en universal silencio elucubró para sí. Hay de los humanos, se acercan a mí solamente para exteriormente verse bonitos o casi bonitos entre algunos y otros también. No saben que les conozco las pocas virtudes y todos sus hábitos no apreciables, estoy cascado de ver y escuchar todo lo que no es bueno para sus vidas y sin embargo que bien simulado lo tienen y lo llevan hasta su tumba, pues a los humanos les gusta vivir fingidos y adornados de una retórica fácil y acomodada. O si no miren la imagen.

“DENTRO” Y “FUERA” DE SÍ

“DENTRO” Y “FUERA” DE SÍ Cuando el individuo   interpreta  la realidad que experimenta se encuentra necesariamente con dos mundos: el de los objetos materiales que los cinco sentidos advierten asociado al mundo externo y aquel que se advierte como mundo interior y que se detecta idealmente gracias a las funciones propias de la mente. La experiencia del mundo interior la definiremos como “dentro”; la del mundo exterior la llamaremos “fuera”. Estos dos mundos, el interno y el externo, están conformados por  innumerables e infinitos eventos . La suma de los objetos ideales y los reales -denominados “reales” en filosofía, pues dependen de sí mismos y no del observador- conforman el universo de nuestra percepción. Para el filósofo dentro del hinduismo  la frontera de ambos mundos es la actividad sensorial, los cinco sentidos físicos. Así entonces,  cuando alguno de los cinco sentidos está conectado somos testigos del mundo externo, es decir, nos encontramos “fuera”; igualmente, cuando

EL PERIÓDICO DE MAÑANA

El Periódico de Mañana En la década del ’30 en la ciudad de Múnich, era la temporada de invierno donde el frío reina y la neblina lo acompaña, cierta noche promediando las 23:00 h. Marcel Meyer, un empleado debido a las horas extras, tomó el tranvía para dirigirse a su casa, al subir observo que estaba con un sólo pasajero, avanzó para sentarse, cuando le llamó la atención un periódico nuevo encima de un asiento, curiosamente lo agarró, se sentó pasando una hoja después de otra, nada interesante le observo; y lo tiro donde lo encontró, quedando con la caratula hacia arriba. Cansado por la larga jornada continuo su viaje, no sé por qué volteo la cabeza y miro el periódico: le llamo la atención la fecha impresa, la misma que correspondía a la edición del día de mañana; nuevamente empezó a hojear y todas las hojas indicaban la fecha al día de mañana. Noticias nacionales e internacionales, columnas políticas, comentarios, artículos, opiniones, propagandas y otros más; decía lo