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Mostrando las entradas de enero, 2022

INGRATITUD

 Personas ingratas: El «veneno» del desagradecimiento La lengua castellana define INGRATITUD, como «Olvido o desprecio de los beneficios recibidos». INGRATITUDE en el idioma inglés, significa lo mismo y sólo se le agrega la palabra cruel. La ingratitud es de lo más desagradable, cruel y despreciable en la vida de los seres humanos, no solo como concepto, sino como experiencia humana cotidiana. Desde pequeños nos enseñaron a dar las gracias por los servicios, por las alabanzas que recibimos, por la comida, etc., sin embargo, la interiorización de un sentido profundo de gratitud no siempre se asimiló en nuestra conciencia. La ingratitud indica soberbia y egoísmo. El que es ingrato se caracteriza porque ignora o pretende ignorar el bien que le hacen los demás. Está acostumbrado a obtener siempre lo mejor para sí y se le dificulta reconocer los méritos ajenos. Los favores que recibe, lejos de inspirarle agradecimiento, le inspiran rencor. La ingratitud proviene también de una especie de de

LOS 7 EGOS

 Gibran Khalil En la hora más silenciosa de la noche, mientras estaba acostado y dormitando, mis siete egos se sentaron en rueda a conversar entre susurros, en estos términos:  Primer Ego: -He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.  Segundo Ego: -Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más alegres pensamientos. Soy yo quien se rebela contra tan fatigante existencia.  Tercer Ego: – ¿Y de mí qué dices, el ego aguijoneado por el amor, la llameante pasión y fantásticos deseos? Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.  Cuarto Ego: -El más miserable de todos soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy e

LA MUERTE PARA EMPEZAR

 Fernando Savater Recuerdo muy bien la primera vez que comprendí de veras que antes o después tenía que morirme.. De pronto me senté a oscuras en la cama: ¡yo también iba a morirme!, ¡era lo que me tocaba, lo que irremediablemente me correspondía!, ¡no había escapatoria!  No sólo tendría que soportar la muerte de mis dos abuelas y de mi querido abuelo, así como la de mis padres, sino que yo, yo mismo, no iba a tener más remedio que morirme. ¡Qué cosa tan rara y terrible, tan peligrosa, tan incomprensible, pero sobre todo qué cosa tan irremediablemente personal! A los diez años cree uno que todas las cosas importantes sólo les pueden pasar a los mayores: repentinamente se me reveló la primera gran cosa importante -de hecho, la más importante de todas que sin duda ninguna me iba a pasar a mí. Iba a morirme, naturalmente dentro de muchos, muchísimos años, después de que se hubieran muerto mis seres queridos (todos menos mis hermanos, más pequeños que yo y que por tanto me sobrevivirían),

EL DESTINO Y LA AFIRMACIÓN TRÁGICA DE LA VIDA

 N ietzsche Desde los más remotos tiempos hemos anhelado comprender el universo, las causas de los movimientos y su dirección. Las nociones de azar, destino y con este último la posibilidad de libertad, han estado en la primera fila de las inquietudes humanas y han sido las incógnitas de nuestro conocimiento más repetidamente interrogadas. Nietzsche no es una excepción: “Las tempestades son mi peligro: ¿tendré mi tempestad a la que sucumbiré como Oliver Cromwell sucumbió a la suya? ¿O me extinguiré como una luz a la que no apaga el viento, sino que se ha fatigado y hartado de sí misma, una luz que se ha consumido hasta el final? O por último ¿me apagaré yo mismo para no consumirme hasta el final?”  De forma poética hay en esta reflexión las dos cuestiones básicas, tanto la pregunta por la existencia de un destino: ¿Cuáles son mis opciones?: ¿tener o no tempestad, sucumbir a ella, tener una vida anodina, entregarme a ella hasta el final o no?, así como la inquietud sobre si usaré de mi

¡DIGNIDAD!

  El concepto se usa en toda clase de contextos —tratados, Constituciones, leyes, resoluciones judiciales—pero siempre queda pendiente de definir. Su esencia se presupone o su entendimiento se confía al buen sentido "Escándalo de la filosofía” llamó Kant al hecho de que faltara un argumento decisivo sobre la existencia de la realidad objetiva fuera del yo. Dos siglos más tarde, el escándalo de la filosofía es, que todavía falte un argumento decisivo sobre la existencia de la dignidad —esa realidad moral— y sobre su contenido. pero invariablemente su esencia se presupone o su entendimiento se confía al buen sentido, quedando, por eso mismo, a la espalda y pendiente de definir.  ¿Qué es, pues, la dignidad? Kant distinguió entre lo que tiene precio y lo que tiene dignidad. Tienen precio aquellas cosas que pueden ser sustituidas por algo equivalente, en tanto que aquello que trasciende todo precio y no admite nada equivalente, eso tiene dignidad. Solo el hombre posee con pleno derecho

FILOSOFÍA CONTRA EL FANATISMO

  A lo largo de la historia, los grandes enemigos de la Humanidad parecen reencarnarse en cada época, vestidos con distintos ropajes, hablando diferentes lenguas, pero siempre semejantes en sus devastadoras acciones. Uno de ellos es el fanatismo, especie de enfermedad mental colectiva, que arrastra en torbellinos fatales a grupos humanos y les conduce a las más vergonzosas y criminales acciones. Las páginas más tristes de la Historia son las que recogen los hechos marcados por los fanatismos, en todos los tiempos, en todos los pueblos, pues ninguno se libra de haber padecido esta desgracia en algún momento, como si fuera una nube cargada de negros presagios que va recorriendo los lugares y los tiempos, descargando aquí y allá su tormenta envenenada. Las obras de los fanáticos son siempre destructoras, apenas si proporcionan felicidad o serenidad, sino todo lo contrario, lo suyo es la coacción, la fuerza, la amenaza, el miedo, la vejación, la muerte. Los seguidores de esa corriente nefa

ERICH FROMM Y EL AMOR

  El amor, deseo profundísimo del ser humano, anhelo, motivación, ansia, emoción capaz de impulsar la conducta, los sentimientos y los pensamientos de los hombres, del que creen saber los amantes y al que quieren conocer los filósofos y los poetas, los unos con la razón y los otros con la intuición, constituye un elemento fundamental en la obra de Erich Fromm. Erich Fromm aborda el amor desde un punto de vista psicoanalítico, antropológico, sociólogo y existencial, como una expresión de la necesidad de relación del ser humano, diferenciando las formas inmaduras del amor productivo, el único que en propiedad merece ser llamado amor. El presente artículo muestra algunas ideas del autor al respecto. Algunos aspectos del amor en nuestra sociedad contemporánea La satisfacción en el amor individual no puede lograrse sin la capacidad de amar al prójimo, sin humildad, coraje, fe, disciplina… En una cultura en la cual estas cualidades son raras, también ha de ser rara la capacidad de amar. No s