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Mostrando las entradas de abril, 2019

El sufrimiento se origina en la falta de aceptación

La falta de aceptación de lo inevitable es fuente de sufrimiento y de desarmonía. Aceptar los límites de la vida y los reveses del destino (la inevitabilidad de lo que no depende de nosotros), sin instalarnos en la rebelión o en la amargura, no nos evita el dolor, pero lo toma sereno, más aún, alquímico, pues antes o después, y por sendas interiores ocultas, el dolor aceptado terminará elevándonos y liberándonos. El dolor es físico; el sufrimiento es mental . Más allá de la mente no hay sufrimiento. El dolor es una mera señal de que el cuerpo está en peligro y requiere atención. De modo similar, el sufrimiento nos avisa de que la estructura de la memoria y de los hábitos que llamamos la persona está amenazada. El dolor es esencial para la supervivencia del cuerpo, pero nadie nos obliga a sufrir. El sufrimiento se debe enteramente al apego o a la resistencia; es un signo de nuestra renuncia a seguir adelante, a fluir con la vida.  Del mismo modo que una vida sana está libre de dol

En la vida todo llega, todo pasa y todo cambia

Al principio somos como niños ansiosos. Queremos que todo llegue lo antes posible, soñamos con devorar experiencias, con exprimir la vida. Más tarde llegan los triunfos, las desilusiones, las piedras en el camino…. No obstante, de eso trata la vida, de avanzar, de asumir cambios y ser humildes en todo ese maravilloso trayecto vital. ¿Quién no ha querido alguna vez que algo llegue lo más pronto posible? ¿Y quién no ha deseado en alguna ocasión que un momento fuera eterno , que el tiempo se detuviera ahí mismo como esas rocas que se alzan firmes en medio del océano? No importa, porque los buenos momentos siempre se quedarán impresos en nuestra memoria. El hombre, por así decirlo, está hecho de recuerdos y nos pasamos gran parte del día evocando buenos y malos instantes. Admitir que nuestra vida discurre un poco más cada día y que avanza con un tic-tac que nadie puede detener, es sin duda algo que nos asusta y que nos obliga a reflexionar. No obstante, no hay que tener miedo a

RESILIENCIA

Resiliencia, ser fuerte a pesar de todo Capacidad natural del ser humano, para sobreponerse a periodos de dolor emocional y situaciones adversas. Valor de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y alcanzando un estado de satisfacción fuera de problemas y percances. Sabemos que la inmunidad al sufrimiento es imposible y comprendemos que las tormentas que hacen nuestros días oscuros y llenos de dificultades, también son oportunidades para aprender, lo que permite tener una sensación de control frente a los acontecimientos y mayor capacidad para a enfrentar retos, evitando llegar a trastornos. ALGUNAS CARACTERÍSTICAS DE LAS PERSONAS RESILIENTES  . Saben adaptarse a los cambios. Las personas resilientes tienen como los juncos la disposición de ser flexibles cuando el viento azota con fuerza. Saben que ir en contra de las circunstancias las hará perder energía y optan por tener una mente abierta ante las diferentes opiniones y circunstancias. Se desprenden de