¿Qué
no sabrá el espejo? “su filosofía es”
Dijo Adela a su amiga Eloísa cuando se miraba en el espejo de
cuerpo entero: siempre paso buen tiempo mirándome antes de salir, y cuido de
estar bien presentable, tanto en mi vestimenta como en mi fisonomía; nadie se dio
cuenta y tampoco no tenían por qué darse cuenta que el espejo había escuchado
la simple presunción. El espejo que tenía vida de muchas generaciones y que
toda su oscura vida había permanecido en universal silencio elucubró para sí.
Hay de los humanos, se acercan a mí solamente para exteriormente verse bonitos
o casi bonitos entre algunos y otros también. No saben que les conozco las
pocas virtudes y todos sus hábitos no apreciables, estoy cascado de ver y
escuchar todo lo que no es bueno para sus vidas y sin embargo que bien simulado
lo tienen y lo llevan hasta su tumba, pues a los humanos les gusta vivir fingidos
y adornados de una retórica fácil y acomodada. O si no miren la imagen.
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