Ir al contenido principal

TEORÍA DEL SER

 “EL SER ES, EL NO SER NO ES”. PARMÉNIDES

Actualmente la filosofía comprende ciencias como la Teoría del Conocimiento o Gnoseología, la Teoría del Ser, Metafísica u Ontología, la Ética, la Estética, la Lógica, la Moral o la Teoría de los Valores, alguna rama filosófica de la Psicología, la Antropología, parte de la Sociología, y la Teología. Las dos grandes divisiones que se pueden hacer en filosofía son la Ontología o Teoría del Ser y la Gnoseología o Teoría del Conocimiento

¿Qué es el Ser? Esta pregunta no se puede contestar porque no tiene definición. El solo hecho de definir al Ser implica reducirlo a un concepto más amplio y no existe un elemento más extenso que el Ser.
Lo único que podemos hacer es señalar quién es el Ser.
La palabra Ser no podemos saber qué es, pero para nosotros significa existir y consistir.
No podemos saber qué es existir, sólo tenemos la experiencia de existir, de estar ahí.
Podemos intentar saber quién existe. Yo existo, las cosas existen, Dios existe, y yo y las cosas existimos en Él, o bien, yo existo y las cosas no son más que mis representaciones y no verdaderas realidades, no son en sí mismas, sino que son en mí.
En cuanto al consistir, hay varias formas de consistir. No podemos saber quién consiste hasta que no sepamos quien existe.
Cuando sepamos quién existe podremos decir que todo lo demás existe en ese ser primero y por lo tanto todo lo demás consiste.
La Metafísica trata de contestar quien existe en sí y la Teoría general de la objetividad en general, es decir, de los objetos, trata de contestar qué es consistir.
Hegel identifica el Ser con la Nada porque no se puede decir ni predicar nada de él.
Supone una distinción entre el Ser que es y el Ser que no es, el Ser auténtico y el Ser inauténtico. Si el Ser está compuesto de otros seres que no son él es inauténtico (ser en otro) y si no podemos reducirlo a otros seres es el Ser auténtico (ser en sí).
La Metafísica trata de contestar quién existe, quién es el Ser en sí.
La contestación natural de cualquier persona es que yo existo, los árboles existen, mi lapicera existe, etc. Esta respuesta se denomina realismo en filosofía. Realismo metafísico. Pero ningún filósofo afirma que todas las cosas existen porque es evidente que algunas tienen una existencia aparente.
Los filósofos griegos descubrieron que con la razón se puede hallar lo que las cosas son y antes de ellos trataban de hacer lo mismo, pero con elementos irracionales o de fe. Los griegos buscaron lo que tiene existencia en sí, el principio como comienzo y como fundamento. Para Thales el principio de todas las cosas era el agua, que existe como principio esencial, fundamental.
Para Heráclito nada existe, no hay un Ser estático de las cosas, lo que hay es un Ser dinámico, las cosas no son, sino que devienen. El existir es un perpetuo cambiar.
En la práctica, por ejemplo, si creo en Dios, para mi Dios tiene existencia, Dios Es y yo existo en Él. La esencia de Dios es la perfección y la virtud, de las cuales tengo la intuición. Dios es pensamiento, razón y propósito, de los cuales participo como ser humano. Y en esta realidad que es pura ilusión de los sentidos, puedo elegir Ser quien Soy o no Ser, obnubilado por las tentaciones del existir. Si no creo en Dios, entonces podría creer por ejemplo que lo que existe es sólo mi pensamiento porque de lo demás no estoy seguro, porque cambia y todos percibimos cosas diferentes. Por lo tanto, todo es un sueño. 
"El no-ser, por consiguiente, se encuentra por necesidad en el movimiento y en todos los géneros. Porque la naturaleza de lo otro, presente en todos los géneros, hace que cada uno de ellos sea otro que el ser y le haga no-ser; de suerte que, desde este punto de vista, puede decirse con exactitud que todo es no-ser; así como también por la participación en el ser, se puede decir igualmente que todo es ser" 
¿Quedará resuelto el enigma del "ser" con la aportación de Platón? Quizás algunos de los oyentes más doctos de este pequeño ensayo queden satisfechos con aquella explicación. En lo que a nosotros concierne, seguirnos sin lograr obtener acceso a "Topus Uranus", y por más esfuerzos tendientes a favorecer nuestras reminiscencias, nos quedamos en la más absoluta oscuridad.
Aristóteles, por su parte, acuñó el nombre de ousía a la verdadera realidad y toda auténtica realidad se manifestó por sus operaciones, el fondo último de la realidad propiamente dicha, siendo el acto y no un acto accidental o segundo, sino sustancial o primero. Asimismo, afirmó que le esencia de las coses no se distingue en las cosas mismas, que son lo propiamente existente, más que de una manera accidental. Esta concepción aristotélica del ser intenta ser realista, pero termina ligándose a la esencia. 
Con Francisco Suárez se adentra en la distinción clásica del ente como participio y el ente como nombre. El ente como participio expresando la esencia actualmente existente, y el ente como nombre, la esencia real prescindiendo de la existencia actual. Se llega, según dicho autor, a que el ente como participio implica una cierta concreción, por lo que el ente como nombre es la expresión del ente como tal, la esencia real. En Suárez se plasma la tendencia esencialista que inició Platón.
El pensamiento Aristotélico se prolongó hasta la época de Santo Tomás y ocupa un puesto de excepción en la historia de las concepciones del ente. En otras palabras, Santo Tomás retoma la corriente aristotélica en la filosofía. Si bien es cierto que en él permanece todavía, en un primer plano, la concepción del ente como idéntico a la esencia, subyace otra concepción más profunda que se liga al acto de existir, lo que considera como la perfección de todas las perfecciones. A partir de él, el ente queda definido como "aquello que tiene ser o existir. La noción tomista del ente entraña consecuentemente, que en las criaturas haya una composición real de esencia y existencia. En "Initiation a la Phylosophie"
Con Kant asistimos a un intento de contrarrestar esa anulación de la existencia en favor de le esencia. En efecto, postula que la esencia de una cosa es la posición absoluta de la casa, por lo que, en la simple posibilidad, no es la cosa misma. Dicha posición absoluta de una cosa sitúa ésta en el contexto de la experiencia. Sin embargo, Kant termina neutralizando su postulado con su idealismo trascendental, sometiendo así la existencia al "yugo" de la razón. En efecto, después de haber inicialmente afirmado la existencia, ésta termina diluida en un puro concepto.
En efecto, Kant en un principio partió del empirismo ce Hume, para darse cuenta que los sentidos tienen un límite y que seguir a la experiencia como fuente de conocimiento nos llevará al error. Por ello buscó la solución en el racionalismo, dándose cuenta que la razón también presenta límites. Redacta entonces la Crítica a la Razón Pura y la Critica a la Razón Práctica, creando un sistema de ideas en el cual el ser no es ni pensamiento ni acción, sino ambas cosas, es decir, pensamiento -actuado o un actuar pensante. A esto le llama trascendental, pues el ser a través de las categorías a priori (razón), hace suyo aquello que los objetos le dan (la experiencia) formando una síntesis: la esencia, el ser, mi ser, mi subjetividad para con las cosas en sí (das ding an sich) se transforman en las coses para mí (das ding für mich).
Hegel, represento la depreciación mayor en cuanto al acto de existir. En efecto, con él, el ser es privado de la existencia Idealizándose completamente y convirtiéndose en la más pura abstracción pare terminar en definitivo, confundiéndose con la nada, pues, para él. el ser puro es la abstracción pura, y por consiguiente lo negativo absoluto, expulsando así el ente, no sólo de la existencia sino también de la realidad misma. Con Hegel se puede decir que se da una completa volatilización de le existencia. El ser se convierte en uno pura abstracción: "Este concepto equivale, en su ausencia de contenido, a la nada. Inversamente, como pensamiento de este vacío, la nada es un ser, y en razón de su pureza, lo mismo que el ser" 
En la primera mitad del siglo XIX Kierkegaard define el concepto existencialismo, que entendía como un rechazo de la lógica científica, afirmando que la filosofía "debe ser vivida" Cabe considerar al existencialismo como una reacción contra la Edad de la Rozón, pues los racionalistas consideraban a la razón como la facultad absoluta: el existencialismo, en cambio, acepta al hombre como un compuesto de razón y sentimientos. Asimismo, el existencialismo es uno de los movimientos filosóficos más representativos de la cultura contemporánea y su rasgo principal consiste en cuestionar conceptualmente los principales problemas que se le plantean al hombre durante su existencia concreta, perdiendo importancia todos los temas tradicionales de la especulación. De esta corriente se destacarán nombres como el de Martín Heidegger quien define al hombre por su provisionalidad, siendo ésta la posibilidad de realización de sus potencialidades infinitas. Jean-Paul Sartre quien consideró que el estudio del hombre exige y presupone actividades éticas, definiendo dicha ética como 
un imperativo: el de la libertad como un fin, advirtió que el hombre se halla inmerso en el reino de la necesidad y que sólo se liberará cuando consiga sustituirlo por el reino de la libertad, Albert Camus, otro existencialista renombrado, apuntó a que la vida era absurda: el hombre no viene de ninguna parte, y no va a ninguna parte por lo que debe optar por el suicidio o la vida. Si opta por ésta, debe comprometerse. 
Para Nietzsche la esencia del ser apunta a una trasformación continua, el conocimiento de sí mismo por la pérdida de sí mismo, es decir un eterno devenir y no un ser rígido o asentado. El único imperativo que se encuentra en todos sus escritos es 'Transfórmate en lo que tú eres. Pero ese transformarse se realiza siempre violentamente gracias a la vehemencia impetuosa de la voluntad. Por ende, para Nietzsche el ser es el ser de las metamorfosis siempre impelido a destruirse para reconstruirse por completo. Se enfrentó violentamente contra la visión ascética cristiana, por lo que el ser en Nietzsche es un ser vital, entendido como un ser en potencia, jubiloso incluso ante la muerte, por lo que el vitalismo de Nietzsche alcanza una Importancia metafísica. A partir de él, surge el pensamiento existencialista que incluye al voluntarismo (Shopenhauer) y al irracionalismo (Kierkergaard). Nietszche surge como un materialista metafísico. puesto que promulga una adhesión al mundo real y un modelo plasmado en el superhombre, que más tarde retomaron Camus en su concepción del "Santo si Dios" y Jean Paul Sartre en su "Ser y la Nada" dejando al hombre con la responsabilidad de crear su propio ser.





Comentarios

Entradas más populares de este blog

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

UN SABIO DIJO:

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO INTERNO

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO INTERNO Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y conciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu vitalidad. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de energía. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el refl...