Ir al contenido principal

EXISTENCIA

 

El término existencia tiene su origen etimológico en el latín tardío exsistentia. El concepto procede del verbo existir. Existir puede suponer disponer de vida; estar; o resultar verdadero o real. La existencia, en este marco, es el acto y la consecuencia de existir.

CONCEPTO DE EXISTENCIA

La noción de existencia puede analizarse de distintas formas. Se trata de un tema examinado con frecuencia por la filosofía y que también tiene relevancia en otras ciencias y materias, como la psicología y la biología.

A grandes rasgos, puede decirse que aquello que es tiene existencia. Sin embargo, la definición de ser tiene una enorme complejidad. ¿Qué es lo que es? ¿Por qué algo es una cosa y no otra? ¿Cuándo se deja de ser?

Este tipo de preguntas han sido objeto de estudio de muchos pensadores a lo largo de la historia. De este modo, el acercamiento a la cuestión de la existencia puede producirse desde múltiples miradas.

RELACIÓN CON LA VIDA

Cuando se trata de un ser vivo, la existencia está asociada justamente a la vida. Suele indicarse que una persona tiene existencia mientras vive: es decir, desde su nacimiento hasta su fallecimiento. Luego, deja de existir.
Esta consideración, sin embargo, acarrea dificultades y es motivo de debate. Hay quienes sostienen argumentos biológicos y religiosos para afirmar que la vida comienza desde la concepción (o sea, antes del alumbramiento). En cuanto a la muerte, puede definirse según los latidos del corazón, la actividad cerebral o la homeostasis, por mencionar algunas posibilidades.
Esta asociación de la existencia a la vida no contempla otras cuestiones. Si la existencia solo tiene que ver con el funcionamiento del organismo, ¿qué ocurre con el alma o el espíritu? Los seres humanos, ¿solo son cuerpos o poseen algo más? Tomemos, por otro lado, el caso de las figuras públicas o celebridades. El fallecimiento podría suponer el final de su existencia, pero a su vez siguen estando presentes en la memoria colectiva e incluso todavía pueden incidir en los demás.

LA EXISTENCIA EN LA FILOSOFÍA
Para la filosofía, la existencia es la realidad de una entidad. Es importante indicar, en este punto, que una entidad (también mencionada como ente) es aquello que es de una forma en particular.
Con el correr de los siglos y el desarrollo de diferentes corrientes y escuelas del pensamiento, lo que se entiende por entidad y por existencia fue cambiando. Se ha relacionado la existencia al arché (el primer elemento de las cosas), a lo sensible (lo perceptible mediante los sentidos) y a las ideas (creaciones del pensamiento), por ejemplo.
Se puede apreciar el problema de determinar qué es la existencia si nos orientamos a la figura de Dios. De acuerdo a una postura, la existencia de Dios puede demostrarse desde la teología, la cosmología y la ontología, entre otras áreas, mientras que otra posición afirma lo contrario.
La palabra “existencia” es un término filosófico que designa una multiplicidad de sentidos relacionados con el acto de ser. En el diccionario, por ejemplo, la existencia, es la realidad concreta y tangible de cualquier cosa.
Sin embargo, esta definición no es la única. Si nos ubicamos en el siglo XX, gran parte de la filosofía francesa y alemana considera que la existencia designa nada más que el ser del hombre.
El origen de la palabra pareciera apuntar en otra dirección, ya que “existencia” proviene del latín existentia, formado por ex (“afuera”) y stare (“estar derecho”), lo cual se traduce como “estar, 
aparecer”. Según esta definición, lo que existe es lo que está, y la existencia es la capacidad de algo de estar. como ser, aparecer, emerger, salir, estar, e incluso “lo que está afuera”.
De esta manera, se debe entender al concepto de existencia como un fenómeno filosófico que puede ser interpretado de distintas maneras, ya sea como “existencia en general”, el “sentido de la existencia”, la “existencia del hombre” e incluso como dasein, que es un neologismo alemán popularizado por Martin Heidegger que designa al existente humano como “ser-ahí”.
La historia del concepto empieza con el cristianismo. En el mundo medieval, y en gran medida gracias a Tomás de Aquino, se oponía hupársis (ὕπαρξις), derivado de hupárkhō (ὑπάρχω, “empiezo, existo”), a ousía (οὐσία,) para marcar la diferencia ontológica entre ambos términos.
Esta distinción se ancló en la diferenciación aristotélica de la relación subsistente entre la cosa en sí misma y su ser ideal o esencial. Se considera a la existencia como la actualización de la esencia, es decir, el ser es en acto lo que la esencia es en potencia.
Por su parte, Duns Scoto separó el ser esencial del ser existente para dar independencia al concepto de existencia respecto a la esencia.
En la modernidad, Descartes y Spinoza identificaron la existencia como parte de un atributo predicable a algo (por ejemplo, el pato es a la vez animal y existente). Leibniz, en cambio, vio en el concepto de existencia un principio de graduación para con la esencia: una esencia de la cual se predica existencia es una esencia más perfecta que otra para la que no se predica existencia.
Por otro lado, para Kant la existencia no es parte del concepto de algo ya que no la consideraba como algo predicable, mientras que Hegel sostuvo que la existencia es la idea de una subjetividad absoluta que se conoce a sí misma, aun cuando no le asigna un significado de “realidad verdadera”.
El concepto contemporáneo de existencia se asocia al trabajo de Kierkegaard, para quien la existencia es exclusivamente la existencia humana. Para Nietzsche, la existencia se asocia, en su crítica a la filosofía occidental, con una idea de existencia “inocente”.
CONSIDERACIONES DEL SIGLO XX
A grandes rasgos, hay tres consideraciones generales del siglo XX respecto a la existencia.
Existencia orientada al ser humano, conocida como “humanística”.
Existencia como el problema de la ansiedad existencial.
Existencia entendida como el problema de “vacío de mundo”, vinculado a la aproximación de Schopenhauer y luego a Heidegger.
De estas consideraciones se desprenden las principales ideas del existencialismo como movimiento filosófico, que invirtió una de las fórmulas tradicionales de la filosofía al proponer que la existencia era previa a la esencia.
Esta hipótesis implicó que las cosas existían antes de tener un significado propio y predeterminado, especialmente en el caso de la humanidad. Así, se construyó un movimiento filosófico ateo, materialista y nihilista, que fue de mucha importancia para los discursos políticos del siglo XX.
De todos modos, y en general, no hay una verdad absoluta en términos de qué significa existir. El debate respecto a qué es exactamente la existencia, y en especial la existencia humana, continúa vigente.









Comentarios

Entradas más populares de este blog

UN SABIO DIJO:

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

EL MÁS FUERTE DEL MUNDO

 En una ocasión le preguntaron a la barra de acero si era la más fuerte del mundo Y ella dijo no, es el fuego porque a mí, me derrite. Le preguntaron al fuego si era el más fuerte del mundo y el fuego dijo no, es el agua Porque a mí me apaga. Le preguntaron al agua si era la más fuerte del mundo y el agua dijo no, es el sol. Porque a mí me evapora. Entonces le preguntaron al sol si era el más fuerte del mundo y el sol dijo no es la nube Porque, cuando se pone delante de mío, opaca mis rayos. Le preguntaron a la nube si era la más fuerte del mundo y la nube dijo no, es el viento. Porque a mí cuando sopla me lleva de un lado hacia otro. Le preguntaron entonces al viento si era el más fuerte del mundo Y el viento dijo no, es la montaña. Porque cuando soplo y me encuentro con ella me parte en dos. Le preguntaron a la montaña entonces si era la más fuerte del mundo Y la montaña dijo no, es el hombre, porque puede escalarme y con sus máquinas Me convierte en una planicie. Entonces le pregunt