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........¡ANGUSTIA!

........¡ANGUSTIA!
S. K. (Vigilius Haufniensis)  dice: La angustia/temor es un miedo poco definido. Sören Kierkegaard usaba como ejemplo a un hombre al borde de un edificio o un precipicio. Cuando el hombre mira al borde, experimenta un miedo definido a caer, pero, al mismo tiempo, siente un aterrorizante impulso de tirarse intencionalmente al vacío. Esta experiencia es de angustia o temor por nuestra completa libertad de elegir si arrojarnos o no al precipicio.
La angustia es conciencia reflexiva de libertad. En palabras de Sartre: “Si la libertad es ser de la conciencia, la conciencia debe ser como conciencia de libertad. El hombre toma conciencia de su libertad en la angustia, o, si se prefiere, la angustia es el modo de ser de la libertad como conciencia de ser, y en la angustia está la libertad en su ser cuestionándose a sí misma.

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UN SABIO DIJO:

PROBIDAD

PROBIDAD    Probidad, la etimología nos remite a la lengua latina, ciertamente al término probitas. “honestidad y rectitud”. Puede decirse que la probidad está vinculada a la honradez y la integridad en el accionar, quien actúa así no comete ningún abuso, ni incurre en un delito. Lo contrario a la probidad es la corrupción, que implica un desvió de las normas morales y las leyes. En definitiva, es una virtud. La realidad, por supuesto, demuestra que la probidad no está presente en la totalidad de la humanidad. En el desarrollo de nuestras funciones la falta de probidad resulta aún más grave y perjudicial, ya que del accionar profesional se desprenden perjuicios a la sociedad; por decir: Si un magistrado carece de probidad, no puede administrar justicia. Sus dictámenes no serán imparciales, ya que pueden estar determinados por vicios. De esta manera un juez que no es probo puede condenar a prisión a un inocente o dejar en libertad a un asesino. También, todos,...