«Jesús me enseñó mucho, me enseñó todo.»
Que si nació hoy, que si
nació ayer o hace siglos… Que si nació aquí, que si nació allá… Que si murió a
los 33, que si murió a los 36… Que cuántos clavos, que cuántas horas padeció…
Que si eran reyes, que si eran magos… Que si tenía hermanos, que si no tenía…
Que dónde está, que cuándo vuelve…
Yo lo único que sé es que:
A mí me tomó de la mano
cuando más lo necesitaba. Me enseñó a sonreír y agradecer por las pequeñas
cosas.
Me enseñó a llorar con
fuerzas y a soltar y dejar ir.
Me enseñó a despertarme saludando y dando gracias; y, a acostarme con la mente
tranquila.
A caminar muy lentamente y muy descalzo.
Me enseñó a abrazar a todos y a abrazarme a mí.
Me enseñó mucho, me enseñó
todo.
Me enseñó a amarme con
ganas. A querer a quien está al lado y a darle la mano. Me enseñó que él
siempre me está hablando en lo cotidiano, en lo sencillo, a manera de mensajes
y que, para escucharle, tengo que tener abierto el corazón.
Me enseñó que un gracias o
un perdón pueden cambiarlo todo.
Me enseñó que la fuerza más grande es el Amor y que lo contrario al amor es el
miedo.
Me enseñó cuánto me ama él
a través de lo que yo amo a mis hijos.
Me enseñó que los milagros sí existen.
Me enseñó que, si yo no
perdono, soy yo quien se queda prisionero y que el peso del martirio
gratuitamente lo cargo toda mi vida. Para perdonar primero tengo que
perdonarme.
Me enseñó que no siempre
se recibe bien por bien, pero que hay que actuar bien a pesar de todo.
Me enseñó a confiar en mí
y a levantar la voz frente a la injusticia.
Me enseñó a buscarlo adentro y no afuera.
Me dejó que me alejara,
sin enojarme. Que saliera a conocer la vida. A aprender de las equivocaciones.
Y siguió cuidándome y esperándome.
Me enseñó que solo vengo
por un tiempo y solo ocupo un lugar pequeño. Y me pidió que sea feliz y viva en
paz, que me esfuerce cada día en ser mejor y en compartir Su Luz conociendo mi
sombra; que disfrute, que ría, que valore y que Él siempre va a estar conmigo.
Que, aunque dude y tenga miedo, confíe, ya que esa es la fe: confiar en Él a
pesar de mis…
Qué goce la vida, sin
preocuparme por el mañana, el mañana déjalo para mañana.
¡Gracias Jesús por estar
en mi vida y enseñarme a vivir!
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