Mi madre nunca recibió un título universitario, secundario o primario. Mi madre recibió el título que otorga la sabiduría de la vida, y ella lo ejerció con amor.
Así mi madre sin ser “Licenciada en Economía” hubiera dado “cátedra” de cómo administrar los bienes propios y respetar los ajenos.
Ella no era juez, de esos que imparten
“justicia”, pero sus juicios para con sus hijos y para los demás tenían el
veredicto que da la sabiduría recibida de sus ancestros.
Aunque sus especialidad era la buena comida y tenía la sabiduría del buen
comer, conociendo la diferencia entre el placer del buen comer y la gula, ella
nunca recibió el título de “chef”.
Tenía la particular sabiduría de enseñar,
aún aquello que ella no sabía, con la bondad y amor que llevaba en su corazón,
y uno aprendía aquello que ella enseñaba, pero que ella no sabía. Mi madre
nunca fue docente.
Mi madre nunca estudió medicina, pero
curaba las dolencias del cuerpo con la sabiduría y el amor de sus actos, y mi
cuerpo estaba sano, porque ella lo cuidaba y atendía, los medicamentos que
recibíamos por una dolencia eran pastillas de amor, acompañadas de bálsamo de
piedad y bondad.
Ella sin haber recibido título alguno, era la más dulce de las enfermeras,
velaba nuestro febril estado de enfermo, al pie de nuestro lecho, ello no le
impedía atender con deferencia a mis hermanos.
Nunca supo de teología, pero me enseño de Dios, más que muchos libros, siempre
decía:
“Has el bien, aunque hacerlo te cueste parte de ti. O: Cuida con amor aquello
que no es tuyo, porque tendrás que devolverlo”
El respeto a Dios, me viene de ella, y la falta de temor a Dios también, lo que
también aprendí de ella, es que uno no debe temer a Dios, porque es nuestro
Padre, lo que si debemos temer es ofenderlo, ella sí, tenía la sabiduría
de Dios en su Corazón y con esa sabiduría sanaba el alma, con bálsamo de piedad
y misericordia.
Mi madre no recibió título
alguno de los hombres pero se recibió de:
Madre…
Docente…
Medico….
Enfermera…
Economista…
Teólogo…
Cocinera…
Y también recibió para poder ejercer todo eso y mucho más, de Dios La Sabiduría
que Él, solo da a los que quieren seguirlo por el camino que nos marcó su Hijo,
Nuestro Señor Jesucristo. Ella era mi Madre y a Dios agradezco haber nacido de
ella, pero este pensamiento en honor de su memoria.
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