EL DELICADO PLACER DE LA SUBJETIVIDAD EN LAS VIVENCIAS CONSCIENTES
La forma en que sientes
el impacto de los colores es un claro ejemplo de los qualia. Este término,
desconocido para muchos, describe las experiencias particulares que sentimos al
tomar contacto con cada cosa que nos rodea.
La lluvia en el rostro en
una tarde de verano. La sensación que nos produce el rojo bermellón en un
De ahí sin duda el valor de la filosofía que,
puede describir situaciones que vivimos en piel propia, pero que cuesta poner
en voz alta. Los qualia son el enlace explicativo que existe
entre las cualidades subjetivas de nuestra percepción y el sistema físico que
llamamos cerebro. Es una cualidad singular de una experiencia
consciente. Se trata de un término desconocido para muchos, pero que
describe sensaciones y percepciones muy comunes.
Para comprenderlo mejor pondremos un ejemplo.
Estamos viendo un amanecer junto a nuestra pareja y, sin embargo, cada uno
experimenta unas sensaciones diferentes ante un mismo escenario. Son
vivencias subjetivas que parten de la propia consciencia, sensaciones
únicas que cada uno siente de manera particular y que no siempre se pueden
describir.
Hablábamos al inicio del color rojo. Algo
particular que nos sucede muchas veces al mirar esta tonalidad es sentir calor.
Eso es un qualia. Como lo puede ser también, pasear por un bosque y experimentar de
pronto una sensación inusual a medio camino entre el equilibrio, la
espiritualidad y la libertad. Los qualia son experiencias de la
consciencia que van más allá de las reglas de la física o la mera percepción.
A menudo, se dice que un robot jamás podría
alcanzar este tipo de vivencia con los qualia. A la hora de tomar contacto
con un estímulo, como es el caso de la lluvia, solo podría procesar su
temperatura, intensidad o dirección. Pero no tendría una experiencia emocional.
Esa vivencia consciente no reflejaría una sensación inconsciente, automática y
sensitiva a la vez.
Así, trabajos de investigación, como los realizados en
la Universidad de Helsinki, nos señalan algo muy ilustrativo al respecto. Todo
lo relativo al mundo de la consciencia humana no se puede entender mediante las
técnicas empíricas tradicionales.
La física nos puede decir, por ejemplo, en qué
espectro y en qué longitud de onda queda cada color. La neurociencia nos puede
explicar, por su parte, cómo procesa los colores el cerebro humano.
Sin embargo, aquello que sucede cada vez que tomamos contacto con un estímulo concreto despierta en nosotros sensaciones únicas e irrepetibles. Y esto, no se puede medir en un laboratorio. Los qualia son la esencia de la propia consciencia y nada resulta tan complejo de comprender.
CARACTERÍSTICAS DE LA EXPERIENCIA QUALIA
Una de las figuras que más ha estudiado el
fenómeno de los qualia es el filósofo y psicólogo cognitivo Daniel
Dennett. Sus estudios sobre la filosofía de la mente y libros
como Quining Qualia, The Nature of Consciousness, son un reflejo de su
intento por delimitar, dar luz y explicar este concepto.
Cabe señalar que el término qualia ya fue un
tema tratado por Galileo y Descartes. Fueron ellos
quienes distinguieron, por ejemplo, los qualias primarios de los qualia
secundarios. Los primeros hacen referencia a lo que percibimos de manera
objetiva como la forma, el tamaño o la extensión. Mientras, los qualia
secundarios son los que generan sensaciones subjetivas.
Por su parte, el doctor Dennett señala que los
qualia se caracterizan por una serie de dimensiones:
·
No parten del aprendizaje, los qualias son el
resultado de la experiencia directa con los estímulos.
·
No siempre surgen de nuestra experiencia. De pronto
podemos tener una sensación determinada y no saber muy bien por qué. El doctor
Dennet lo llama “sensaciones crudas”, experiencias repentinas
sin un origen determinado.
·
Los qualia son además experiencias muy personales. No
podemos compararlas con las de los demás, a menudo incluso, nos cuesta hasta
describirlas.
LA CONTROVERSIA ALREDEDOR DE UNA EXPERIENCIA QUE NO
SE PUEDE DEMOSTRAR CIENTÍFICAMENTE
Los qualia son experiencias puramente
subjetivas. Todos las sentimos a diario y quedan muchas veces en ese arcón
privado de lo puramente personal que no siempre compartimos con otros. Esas
sensaciones repentinas se manifiestan a veces en escalofríos de placer o
de miedo, en percepciones, en
inquietudes, admiraciones, sentimientos extraños, cogniciones súbitas y sin
sentido…
Lo complicado de todo ese universo subjetivo que
parte de nuestra interacción con el mundo consciente, es que no se puede
demostrar científicamente. El filósofo estadounidense Thomas Nagel,
escribió un interesante artículo titulado ¿Cómo es ser un murciélago? en
el que reflexiona sobre este tema. Para empezar, todo organismo que tenga eso
que definimos como “consciencia” experimentará los qualia.
Personas y animales sentirán y procesarán cada
estímulo de una manera concreta y singular. Esas subjetividades también
edifican lo que somos, son parte de nosotros. Puede que alguien al ver el color
azul sienta paz, otra inspiración y algunos desasosiegos. Puede que hoy al
tomar el café de la mañana hayamos recordado (sin saber por qué) un momento de
infancia y luego, al vestirnos, ese suéter de color rojo nos produzca calor
solo con verlo.
La mente es una entidad tan compleja como
desafiante y aún lo es más la entidad que la sostiene, que le da sentido:
la consciencia. Todo lo que somos y la forma en que percibimos, integramos e
interpretamos lo que nos ocurre reside en esa entidad tan misteriosa…
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