La intuición es un conocimiento que surge sin seguir el camino racional para su construcción y formulación, y por lo tanto no puede explicarse. La persona puede relacionar ese conocimiento o información con experiencias previas, pero por lo general es incapaz de explicar por qué llega a esa conclusión
Las intuiciones suelen presentarse más como reacciones emotivas repentinas, latidas que nos caen bien, sensaciones, imágenes, frases o palabras que irrumpen a nuestra conciencia, más que como pensamientos elaborados.
Buda decía que “la intuición y no la razón atesora la clave de las verdades fundamentales”
Todos los seres humanos tenemos esta capacidad que puede describirse como la facultad de entender algo sin razonamiento, lógica o sentidos. Bajo este punto de vista, cualquiera de nosotros, experimentamos con frecuencia ráfagas de comprensión intuitiva. Sucede que estamos acostumbrados a desechar todo cuanto no proceda de la lógica, y no solemos prestar mucha atención a estos mensajes.
Algunas personas llaman a la intuición sentido no común. La sienten como una inspiración instantánea o como un sentimiento fuerte y poderoso que los jala en cierta dirección. Pero de una u otra manera todos contamos con nuestra intuición. Tal vez no la hemos desarrollado, pero ahí está.
La intuición es un darse cuenta interior, profundo y holístico que me permite conocer y comprender algo que se escapa del campo del conocimiento lógico. Es una brújula que me orienta a tomar caminos, acciones y decisiones congruentes con lo que yo necesito en ese preciso instante, o a elegir lo que puedo hacer, de lo que quiero hacer. Aclaremos que lo que necesito no necesariamente es bueno, ético, o bonito.
Ya en el siglo IV A.C. el filósofo griego Demócrito afirmaba que “hay muchas más cosas perceptibles de las que podemos percibir conscientemente”. … O sea, es un error creer que sólo existe percepción de aquello de lo que se es consciente.
Reflexiones interesantes sobre la intuición.
1. La intuición genera señales instantáneas, repentinas, a modo de súbitos mensajes del interior; pero hay que interpretarlos adecuadamente.
2. La intuición utiliza distintos niveles o vehículos para manifestarse, y quizá más de uno a la vez: el físico, el mental, el emocional y el espiritual.
3. La intuición, según dicen los expertos, nos permite acceder a una gran reserva de conocimientos de los que no somos conscientes, o lo somos sólo parcialmente.
4. La intuición viene a ser el modo de pensar que funciona cuando no aplicamos el pensamiento racional.
5. La intuición se manifiesta típicamente mediante palabras, imágenes, sentimientos o sensaciones viscerales, que no siempre sabemos interpretar.
6. La intuición se presenta a menudo sin avisar, pero también puede ser llamada, y responder enseguida o tomarse algún tiempo.
7. La intuición parece elegirnos a nosotros –más que nosotros a ella–, pero eso no significa que no podamos facilitar el encuentro y recibir sus mensajes.
8. La intuición, en su manifestación quizá más cotidiana, nos permite leer entre líneas y conocer [o interpretar] los sentimientos de los demás, al margen de sus palabras.
9. La intuición complementa al conocimiento
10. La intuición, joya de la corona de la inteligencia, es el sentido verdaderamente humano, que no compartimos con los animales ni con las máquinas.
11. La intuición, es decir, la revelación intuitiva, puede producirse en cualquier momento; debemos estar atentos y preparados para reconocerla e interpretarla.
12. La intuición está detrás de los juicios que hacemos sobre los demás; esto es algo reconocido, que además sirve para evaluar nuestra habilidad intuitiva.
13. La intuición es, bastante más probable en estados de calma o paz interior, en que estamos atentos a nuestras emociones.
14. La intuición es motivante; las señales intuitivas nos mueven a la acción, pero hemos de poner la razón en medio y evitar la precipitación.
15. La intuición está detrás de muchos logros en materia de creatividad e innovación, y ha resultado clave en numerosos éxitos [de diverso tipo, en diversos campos: la empresa, el arte, las relaciones humanas.
En otras ocasiones la razón nos señala un camino, pero las sensaciones de mi cuerpo jalan en otra dirección. Volvemos a no tener la información suficiente, y hay dos opciones: ser razonables o confiar en la intuición. Ambas son riesgosas. ¿Puedo respetar a pesar de que parece razonable, o no? o ¿efectivamente se ve un buen tipo, pero me da mala vibra?, o ¿debo ser un buen hijo y hablarle a mi madre diario a las 8 pm, pero algo que no comprendo me pone muy tenso dentro de mí?
Para Husserl, el padre de la fenomenología, la intuición es una forma de tener conocimiento profundo sin interferencias y sin inferencias. Directo, según él, es posible tener una aprehensión de lo que es esencial en un fenómeno. La intuición es fundamental en la práctica de la actitud fenomenológica, pues intenta poner entre paréntesis, los juicios, prejuicios, etiquetas y demás inferencias sobre el fenómeno que estamos observando. Cuando el fenómeno que observo, intento en efecto verlo con profundidad y delicada intuición. Entre más información obtengo de mi observación de él, de su historia y comportamiento, sin etiquetar, juzgar, inferir, más profundamente entro en contacto con esa realidad única e irremplazable que es ese ser humano, como yo.
Para Albert Einstein lo único verdaderamente importante era la intuición. No es magia ni embrujo, sino esa sutil capacidad que nos hace inclinar la balanza hacia un lado, ella quien en poco más de dos segundos nos permite valorar si una persona es de fiar o no.
Tanto es así, que un notable especialista en las teorías de la mente, Howard Gardner, nos habla de la necesidad de desarrollar un tipo de inteligencia intuitiva, esa con la que poder ser más receptivos a nuestro mundo interior.
Nadie puede garantizarnos que por seguir nuestra intuición vayamos a tomar las decisiones más exitosas. No obstante, lo que sí conseguiremos es un aspecto igual de importante: actuar de acuerdo a nuestras esencias, valores, emociones y valoraciones obtenidas de acuerdo a nuestras experiencias previas. Daremos un paso con adecuado equilibrio interior.
La intuición nos ayuda a relacionarnos con el mundo a través de nuestros valores, experiencias pasadas y a la información almacenada en nuestro inconsciente. Además, este tipo de conocimiento involucra sensaciones, emociones y lo que comúnmente se conoce como “presentimientos”, lo cuales representan aportes valiosísimos a la hora de valorar la realidad.
“Dudo que algún día un ordenador o un robot logre igualar la intuición del intelecto humano.”
-Isaac Asimov-
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