La bóveda del fin del mundo que tienen varios países, tiene la misión de guardar biodiversidad agrícola y semillas del planeta
Su objetivo es preservar un ejemplar de cada una de las semillas existentes en todo mundo para ser replicada en caso de desaparición a causa de catástrofes naturales o conflictos bélicos.
La conocida como 'bóveda del fin del mundo' ha sido noticia después de que el Gobierno noruego informase, el pasado lunes, de que han recibido 22.000 nuevos ejemplares, provenientes de diferentes países. Actualmente, el banco cuenta con 1.125.419 de semillas, con 5.481 especies y 89 bancos de genes, según indica la página web de la organización. Banco Mundial de Semillas, al que algunos denominan ‘El arca de la biodiversidad’ y otros ‘La cripta del día del juicio final’ y ‘La bóveda del fin del mundo’. Este banco mundial de semillas constituye la mayor reserva de la diversidad de cultivos del planeta. Atesora las simientes que podrían salvar un mundo postapocalíptico. Un salvavidas para la humanidad; o, como han señalado algunos científicos,
‘la habitación más importante del mundo’. Con la idea de salvaguardar toda la biodiversidad vegetal de la Tierra nació Svalbard Global Seed Vault (Bóveda Global de Semillas), un ‘búnker’ con capacidad para almacenar 4,5 millones de variedades de cultivos, cada uno de los cuales contendrá una media de 500 simientes, por lo que se pueden guardar hasta 2.250 millones de semillas.
Nunca sabremos cuándo sucederá otra pandemia; cuándo alguna catástrofe azote al planeta, ni mucho menos cuando un meteorito caiga sobre la Tierra. Por tal motivo, en febrero de 2008, el Ministerio Noruego de Agricultura y Alimentos se anticipó y creó "La Bóveda del Juicio Final", situada en el corazón del Ártico, en el archipiélago de Svalbard, Noruega.
Este edificio apocalíptico funciona como un enorme depósito en el que se guardan más de un millón de muestras de semillas. Según declaraciones del gobierno noruego, "el Banco Mundial de Semillas recibió este lunes, 14 de febrero, 22.000 nuevas muestras, provenientes de distintos países". Actualmente, las reservas totales alcanzan 1.125.000 semillas, con casi 5500 especies y 89 bancos de genes, de acuerdo a los datos oficiales de la organización.
CÓMO FUE CONSTRUIDA LA BÓVEDA DEL JUICIO FINAL
El "Arca de Noé" vegetal es administrado por la organización internacional Crop Trust, junto con el Centro Nórdico de Recursos Genéticos y el Gobierno de Noruega.
Fue construida en el interior de una montaña del Ártico, a 130 metros sobre el nivel del mar para asegurar que el suelo esté seco. Sus diseñadores lo construyeron así para evitar cualquier catástrofe y mantener a salvo las semillas que se encuentran a una temperatura media de -18 grados. Además, se trata de uno de los territorios con menos actividad sísmica del mundo y a la vez el frío extremo permitiría conservar las plantas incluso sin electricidad.
Noruega gastó 8,3 millones de euros en la construcción del Banco Mundial de Semillas y luego invirtió unos 20 millones más en la actualización técnica de la instalación, pues sufrió filtraciones de
agua recurrentes en el túnel de entrada (no afectaron a las semillas) a causa del derretimiento provocado por el cambio climático. El costo anual de funcionamiento de la Bóveda de Semillas es de aproximadamente un millón de euros- La Bóveda de Semillas se construyó a 130 metros sobre el nivel del mar, lo que asegura que el suelo de la instalación permanecerá seco incluso si se derritieran los dos polos.
–Las tres cámaras de semillas están excavadas en una montaña de roca sólida y el túnel que conduce a las cámaras está hecho de hormigón impermeable.
–Las condiciones de permafrost en las cámaras implican un requisito de energía más bajo para el enfriamiento mecánico a -18ºC.
–La bóveda es impermeable a la actividad volcánica, los terremotos, la radiación y la crecida del nivel del mar, y en caso de fallo eléctrico, el permafrost (capa de hielo permanentemente congelada) del exterior actuará como refrigerante natural.
Hasta ahora, solo en una ocasión se retiraron semillas de la Bóveda: en octubre de 2015, el Centro Internacional para la Investigación Agrícola en las Zonas Áridas (ICARDA), recuperó sus semillas debido a la escalada de la guerra en Siria, que estaba poniendo en peligro el Banco de Semillas de Alepo.
Tiene como fin conservar la biodiversidad agrícola del planeta. Los científicos almacenan allí semillas congeladas de los cultivos más importantes del mundo con el objetivo de proteger este material genético de posibles desastres naturales, guerras y otras catástrofes. Como así también, las colecciones sirven a los agricultores y científicos para mejorar genéticamente las plantas y desarrollar nuevas variedades. Con el fin de reducir al mínimo la exposición de los bancos de semillas al mundo exterior, el gran depósito apocalíptico solo abre unas pocas veces al año. De hecho, se dice que abriría nuevamente este año a principios de junio y a finales de octubre.
POR QUÉ ABRIERON LA BÓVEDA AHORA Y QUÉ PAÍSES PARTICIPARON
En esta ocasión, los bancos de genes de Sudán, Uganda, Nueva Zelanda, Australia, Alemania y el Líbano colocaron en la bóveda varios tipos de semillas, entre ellas mijo, sorgo y trigo, para renovar sus propias colecciones, informa el sitio web RT. Además, afirman que el Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas, que ya realizó tres retiradas de semillas -en 2015, 2017 y 2019- para recuperar las colecciones dañadas por la guerra en Siria, así como los depósitos ubicados en el Líbano y Marruecos, colocará en el banco unas 8.000 nuevas muestras.
"El hecho de que la colección de semillas destruidas en Siria durante la guerra civil se haya reconstruido sistemáticamente demuestra que la bóveda funciona como un seguro para el suministro actual y futuro de alimentos y para la seguridad alimentaria local", declaró la ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, Anne Beathe Tvinnereim, citada por Reuters.
PLANTAS Y ALIMENTOS
Según refleja la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a lo largo de la historia, unas 30.000 especies de plantas comestibles, 6000 - 7000 se han cultivado como alimento. Actualmente, el número total de las reservas es de aproximadamente 1.125.000 semillas, con casi 5500 especies y 89 bancos de genes, según datos oficiales de la organización.
Sin embargo, ahora se conoce que alrededor del 40 % de nuestras calorías provienen de tres cultivos principales: el maíz, el trigo y el arroz, lo que hace que el suministro de alimentos sea muy vulnerable en el caso de que los efectos del cambio climático dañen las cosechas.
Parece paradójico, pero por un lado generamos contaminación, nos matamos entre nosotros, destruimos el Medio Ambiente y agredimos al resto de los seres con nuestras acciones y por otro nos aseguramos de sobrevivir en caso de catástrofes. Esa dualidad de criterios, tan característica del hombre, lo ha llevado a tomar decisiones que han costado ya miles de vidas (de todo tipo de seres), por el simple deseo de alcanzar el poder económico a costa de lo que sea. La humanidad ya no puede seguir soportando más golpes bajos. Es hora de pararnos a pensar si realmente nos merecemos sobrevivir, porque si seguimos en este mismo camino, las únicas semillas que seguiremos plantando, serán las del odio, la desidia y la insensatez.
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