Dijo Tales: -“La noche fue un día antes del día”-.
¿Qué quería significar con este aforismo, Tales? El día de veinticuatro horas está conformado por cuatro segmentos de seis horas cada uno, que representan: la madrugada, a la primavera; la mañana al verano; la tarde, al otoño; y la noche, al invierno. Cada uno cumple con una función creadora.
La primavera, de despertar, que preanuncia la exuberancia de la naturaleza, de actividad creativa plena. De cuatro a seis de la mañana, son horas fértiles. Afloran en la mente las ideas intuitivas e inspirativas que fertilizan los pensamientos y los sentimientos con semillas que habrá sembrar en la fase siguiente como obras de realizaciones. Cada semilla conlleva implícita un objetivo y su inherente resultado en armonía con los planes trazados por el Supremo. Es un tiempo propicio para el estudio y la meditación; para la toma de decisiones y la planificación estratégico-táctica cuyos cursos de acciones habrán de ejecutarse en la fase activa, que es la mañana o el verano de la vida. La primavera representa la fase de la recuperación en el ciclo económico. Es un despertar que habrá de conducir, seguidamente, a la
expansión plena creadora de la riqueza, mediante la inversión. Inversión equivale a siembra; si no se siembra no habrá cosecha; si no se invierte no habrá resultados financieros o de otras índoles, ya que la riqueza integral tiene muchas vertientes: financiera, de salud, de conocimientos, de espiritualidad, y tantas otras como cada quien sea capaz de percibir.
La mañana representa al verano y a la fase de expansión económica plena; es una fase de inversión total e integralmente, en todas las vertientes y variantes de la vida. Es actividad plena para la realización de los nuevos objetivos del día que aportarán los resultados que deben ser cosechados en la tarde o el otro de la vida, para pasar la noche, o el invierno tranquilos, cuya abundancia debe alcanzar hasta la madrugada siguiente, y la mañana, como fases de preparación y de trabajo expansivo de inversión para realizar nuevos logros, o para restablecer el equilibrio preexistente, pero en un mejor nivel, acorde con el floreciente nuevo ciclo natural, o existencial, que ha aflorado con la madrugada.
La tarde, o el otoño de la vida, a su vez con diversas fases, es un período para la cosecha de los frutos aportados por las semillas sembradas en la mañana, o verano; pero, en el otoño, también existen semillas que sembrar para cosechar los frutos del invierno; son los frutos tardíos pero necesarios del invierno o la noche. Por cuanto la naturaleza, aún en su fase pasiva, o durmiente, aparentemente, no duerme jamás, pero si tiene ciclos alternos de actividad-descanso: fases cooperantes entre sí de acción-reacción, de siembra y recogida, de trabajo y recuperación; de inversión y ganancia.
La noche representa el invierno de la vida, o a la contracción económica. Es un tiempo de recuperación para reequilibrar las propias energías o fuerzas. Cuando Tales habla que la noche fue un día antes del día, significa que representa una fase del ciclo anterior, en la alternación cíclica de todas las acciones vitales de la vida.
La noche no es menos maravillosa que el día, no es menos divina; en la noche las estrellas brillan, y hay revelaciones que el día ignora. (Nikolaj Berdjaev)
El día tiene ojos, la noche tiene oídos. (Proverbio)
Poco sé de la noche, pero la noche parece saber de mí, y más aún, me asiste como si me quisiera, me cubre la conciencia con sus estrellas. Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. Tal vez la noche es nada y las conjeturas sobre ella nada y los seres que la viven nada. (Alejandra Pizarnik)
Es de noche que se percibe mejor el estruendo del corazón, el repiqueteo de la ansiedad, el murmullo del imposible y el silencio del mundo. (Fabrizio Caramagna)
La noche es la mitad de la vida, y la mejor mitad. (Johann Wolfgang von Goethe
El silencio de la noche, que remodela la confusión del día. Como si la noche fuera luz. (Dino Pirri)
La noche es el momento más tranquilo para trabajar. Ayuda al pensamiento. (A. Graham Bell)
El día es el padre del trabajo y la noche es la madre de los pensamientos. (Proverbio)
Caminar por la noche al aire libre, bajo el cielo silencioso, junto a un río de aguas tranquilas es siempre misterioso y remueve las profundidades del alma. En esos momentos estamos más cerca de nuestros orígenes, sentimos nuestra proximidad con animales y plantas, despertamos memorias de una vida primitiva, cuando aún no se habían construido casas ni ciudades y el hombre errante, sin suelo fijo, podía amar y odiar el bosque, el río y la montaña, el lobo y el azor como sus semejantes, como amigos o enemigos. (Hermann Hesse)
No puedes cambiar todo en una noche, pero una noche puede cambiar todo. (John Updike)
La noche es más larga que el día para aquellos que sueñan y el día es más largo que la noche para aquellos que hacen realidad sus sueños. (Jack Kerouac)
Durante la noche, el mundo descansa. Árboles, montañas, campos y rostros son liberados de la prisión de la forma y la visibilidad. Al amparo de las tinieblas, cada cosa se refugia en su propia naturaleza. La oscuridad es la matriz antigua. La noche es el tiempo de la matriz. Nuestras almas salen a Jugar. La oscuridad todo lo absuelve; cesa la lucha por la identidad y la impresión. Descansamos durante la noche. (John O’Donohue)
“Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.”
(Oscar Wilde)
“Es por la noche cuando la playa está más hermosa, cuando la Luna ilumina las blancas palomillas rodantes y la marea susurra mil palabras tiernas a cualquiera que tenga ganas de escuchar.”
(Joan Brady)
Poco sé de la noche, pero la noche parece saber de mí, y más aún, me asiste como si me quisiera, me cubre la conciencia con sus estrellas. Tal vez la noche sea la vida y el sol la muerte. Tal vez la noche es nada y las conjeturas sobre ella nada y los seres que la viven nada. (Alejandra Pizarnik)
Noches en las que todas las letras del alfabeto vuelven a sus madrigueras. No queda más que el silencio. (Fabrizio Caramagna)
A menudo pienso que la noche está más viva y más rica de colores que el día. (Vincent van Gogh)
En la noche, un ateo cree a medias en Dios. (Edward Young)
Estoy convencido de que cuando piensas tener todas las respuestas, la noche te cambia todas las preguntas. (Charlie Brown, Charles M. Schulz)
La idea de que la noche precede al día es básica en la simbología universal y ayuda a su comprensión, puesto que la noche o la oscuridad es lo que “precede” a cualquier epifanía siempre asociadas con la luz; por eso la importancia del lema: Post tenebras spero lucem [Espero la luz después de las tinieblas], que aparece por primera vez en el Libro de Job. La noche simboliza el momento y el lugar en el que se conjugan las realidades para aparecer posteriormente a la luz como algo ya consolidado. Así, en las sociedades donde perdura el pensamiento simbólico, las fiestas siempre comienzan la vigilia del día señalado. El shabat de los judíos es un buen ejemplo En los escritos de los místicos la noche se convierte en el lugar a alcanzar. El místico viaja hasta la noche donde no existe la manifestación y donde puede vincularse con la nada. San Juan de la Cruz escribió sus más bellos poemas sobre esta experiencia; así comienza La noche oscura: “En una noche oscura, / con ansias, en amores inflamada /¡oh dichosa ventura!, / salí sin ser notada / estando ya mi casa sosegada”. Para los cabalistas, la noche es donde se esconde la luz por eso dicen que la noche es el secreto del Señor, el comienzo de todo.
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