Ir al contenido principal

LA NATURALEZA

 ME DEVUELVE LA ALEGRÍA QUE EL MUNDO ME ARREBATA

Si estás triste deberías dar un simple paseo rodeado de la naturaleza. Si no se te pasa, camina el doble. No hay sobredosis cuando se disfruta de lo bueno, cuando el silencio de los árboles rompe la monotonía de las palabras que pronunciamos a diario.
A veces pensamos tanto, que pasamos inadvertidos ante nosotros mismos y eso sucede en mayor medida cuanto más alejados de la naturaleza estamos. Disfrutar de la naturaleza es una práctica que nos proporciona una sensación de libertad y bienestar.
Aunque te declares un fan de lo metropolitano y del ambiente enérgico que se vive en una gran urbe, quizás no te hayas parado a pensar que en la ciudad también hay pequeños islotes de naturaleza que te proporcionan energía sin que hayas reparado en ello.
Un simple árbol plantado junto a un portal o una luz cálida de camino al trabajo te proporcionan una serenidad difícilmente reemplazable por el efecto de un ansiolítico.
La naturaleza no está para darnos lecciones ni para reproducir fielmente todo lo que vemos en ella. La naturaleza es el marco artístico que delimita nuestra vida y obra como seres humanos. Un bien finito y también imprevisible, que debemos respetar y cuidar.
LOS BENEFICIOS DE LA NATURALEZA EN NUESTRA SALUD
El color verde evoca la naturaleza, la calma, la armonía. También se relaciona con el bienestar, porque los espacios naturales aumentan nuestro potencial de salud y de buen carácter. En los entornos más verdes nos encontramos con que la gente es más generosa y más sociable. Encontramos fuertes lazos de vecindad social y un mayor sentido de comunidad, más confianza mutua y la voluntad de ayudar a los demás.
Esa es la conclusión de un equipo de científicos del Laboratorio de Paisaje y Salud de la Universidad de Illinois. Los beneficios se han medido, objetivamente, con datos como los informes sobre delincuencia de la policía, los de análisis de la presión arterial, los del rendimiento en pruebas neurocognitivas o los de mediciones fisiológicas de funcionamiento del sistema inmunitario.
ME GUSTA LA NATURALEZA PORQUE NUNCA ME PIDE EXPLICACIONES
Nos pasamos media vida intentando dar explicaciones y la otra mitad lamentándonos porque parecen que no contentan a todo el mundo, ni tan siquiera a nosotros mismos. Buscamos sentido a lo inexplicable, alabamos a lo divino que consideramos superior a lo humano y huimos del dolor que forma parte de la propia vida.
No somos conscientes de que, a veces, la verdad solo reside en lo que vemos con nuestros propios ojos.
No hace falta imaginarse el paraíso, estamos rodeados de él. Desde un paisaje desértico a otro nevado, la magnificencia de la naturaleza es mucho mayor que lo que podamos llegar a imaginar. En ella suceden cosas increíbles y no piden ningún tipo de peaje ni sacrificio para que las contemples.
Es por ello que se llega a amar tanto la naturaleza, porque te acepta incondicionalmente, te exime de cualquier explicación que quieras darle y porque es atractiva pero accesible a la vez. No posee delirios de grandeza, ni cuestiona ni sanciona.
LA NATURALEZA: EL TEMPLO MÁS SAGRADO QUE NO RESPETAMOS NI VALORAMOS
Muchos padres educan a sus hijos en centros con una disciplina férrea y un completísimo programa curricular. Pero no se transmiten los valores básicos de civismo y respeto hacia el mundo en el que vivimos. Observamos como desechan folios en blanco una y otra vez, como tiran todo tipo de basura en espacios verdes o playas.
Esta poca conciencia ecológica está provocando un daño que será difícilmente recuperable. Estamos en un sistema capitalista salvaje y tenemos el auto convencimiento de que podemos reproducirnos como especie sin límite y que nuestras necesidades deben estar satisfechas porque “así lo merecemos”, sin pensar en las consecuencias.
No es un vaticinio catastrofista ni una profecía de Nostradamus, es el diagnóstico que cientos de estudios científicos arrojan en la actualidad: de no cambiar nuestra forma de tratar la naturaleza, si seguimos mostrando desprecio absoluto por los problemas de los ecosistemas, estaremos condenados al ecocidio y a intentar sobrevivir en otro planeta porque el que nos acoge lo hemos convertido en un medio incompatible con la vida. Por ello debemos tomar conciencia y devolver a la naturaleza todo aquello que nunca debimos robarle, pues ella nunca nos ha exigido nada. Muy al contrario, la naturaleza siempre está dispuesta a devolvernos la alegría y el bienestar físico y psicológico que otra parte del mundo nos niega.
Luchemos por conservarla y para que nuestra relación con ella sea una fuente inagotable, no de recursos para explotarla; sino para mantener a salvo el mejor de los alivios para cualquier ser humano.
Cuando estamos en contacto con la naturaleza se activan muchas emociones, sin embargo, la alegría es la que se intensifica por encima de las demás pues se activan sustancias en el cerebro como pueden ser la serotonina o las endorfinas. 
La respiración profunda, las ganas de compartir, la energía positiva, la felicidad intensa son síntomas relacionados con la alegría. Vas a observar también una mayor afluencia de pensamientos positivos y un estado generalizado de mayor optimismo. Esto sucede porque respirar aire puro te ayuda a renovar tu alma y dejar salir todas las energías negativas con mayor facilidad.
3 BENEFICIOS EMOCIONALES DEL CONTACTO CON LA NATURALEZA
Equilibrio emocional: Cuando realizas una actividad en la naturaleza se produce un equilibrio entre tu mundo interior (tus preocupaciones, miedos, estrés, etc.) y el mundo exterior presente (el paisaje, los olores y colores, el movimiento de tu cuerpo, etc.).
Hay una especie de balanza que equilibra y da harmonía a ambos mundos, y como resultado se regulan tus emociones experimentando una disminución de estas preocupaciones, miedos o agitación mental y emocional.
Empoderar tus recursos personales: Son muchas las actividades que puedes realizar en la naturaleza y que requieren de tus recursos personales. Una excursión larga por la montaña, realizar submarinismo, escalar, etc. son actividades que requieren de perseverancia, resiliencia, concentración, motivación, esfuerzo mental y físico, entre muchos otros.
Así pues, si practicas alguna actividad en la naturaleza, vas a tener la oportunidad de trabajar en tus propios recursos personales o quizá incluso descubrir alguno nuevo.
Presencia plena: naturaleza y respiración consciente deberían ser sinónimos. Aprovecha ésta magnífica oportunidad para trabajar la presencia plena. Mediante tu respiración constante, siente los olores, observa los colores, nota las diferentes texturas (agua, césped, arena, las hojas…). Siente como tu cuerpo de mueve… En definitiva, intenta ser consciente de todas esas cosas que se están dando en el momento presente.
Si te viene algún pensamiento inoportuno, déjalo pasar y vuelve a buscar las sensaciones del momento.
TOMAR DISTANCIA Y RECONECTAR ES CLAVE PARA SENTIRTE MEJOR
Gracias a los beneficios explicados te vas a permitir tomar distancia de las preocupaciones y coger más perspectiva de las situaciones y de tu vida. La naturaleza, nos conecta con lo esencial y con lo mejor de nosotros mismos.
Con el aire renovado, tu alma es más auténtica y sincera. Tu mundo interior va a estar más equilibrado, sintiéndote más seguro de tus propios recursos y fortalezas. ¡Así pues, no esperes más y planifica tu próximo encuentro con la naturaleza!








Comentarios

Entradas más populares de este blog

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

UN SABIO DIJO:

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO INTERNO

LA SABIDURÍA DEL SILENCIO INTERNO Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y conciso, ya que cada vez que dejas salir una palabra, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu vitalidad. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de energía. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil que decir, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo: Escucha y refleja la energía. El universo mismo es el mejor ejemplo de un espejo que la naturaleza nos ha dado, porque el universo acepta sin condiciones nuestros pensamientos, nuestras emociones, nuestras palabras, nuestras acciones y nos envía el refl...