Twitter José Luis Cordeiro, PhD
David Wood, ScD
LA POSIBILIDAD CIENTÍFICA DE LA INMORTALIDAD FÍSICA Y SU DEFENSA MORAL.
El envejecimiento, como el clima, no respeta límites nacionales o étnicos, afecta a cada grupo y subgrupo de la humanidad más o menos por igual. Se habla mucho de las disparidades que existen al respecto; como, por ejemplo, que a pesar de que Estados Unidos es el país que más gasta en salud por habitante, ni siquiera se encuentra en el grupo de los 30 países con mayor esperanza de vida. De todas formas, estas estadísticas no deben llevarnos a engaño ya que las disparidades son numéricamente pequeñas. Así, la esperanza de vida en los Estados Unidos es solo cinco años menor que la de Japón.
¿ES INEVITABLE LA MUERTE?
La historia de la humanidad ha estado moldeada por este hecho fatal. Religiones, fronteras y progresos nacen del atávico miedo a la muerte. Hasta hace muy poco tiempo, ese miedo y ese deseo de supervivencia sólo encontraba consuelo en paradigmas religiosos. A juicio de José Luis Cordeiro y de David Wood, sin embargo, el hecho incontrovertible de la muerte ya puede rebatirse desde fundamentos científico-técnicos.
Tal y como explican en este libro divulgativo y accesible, lejos de la oscuridad académica o cientifista, la muerte será opcional hacia 2045 gracias a los avances exponenciales en inteligencia artificial, regeneración de tejidos, tratamientos con células madre, impresión de órganos, criopreservación, terapias genéticas o inmunológicas que resolverán –resuelven ya– el problema del envejecimiento del cuerpo humano. Un envejecimiento considerado ahora como una enfermedad que puede y debe ser curada.
A partir de una fundamentada utilización de los datos y a la vanguardia de las principales iniciativas e ideas sobre cómo financiar e incluso invertir en el sector del antienvejecimiento, los autores defienden no sólo la moralidad sino también la urgencia de abordar este tipo de investigaciones.
Este ensayo pretende llegar al mayor número de lectores posible, porque, al fin y al cabo, es la humanidad en su conjunto la que se beneficiará de unos proyectos a los que aún no se presta ni la atención ni el apoyo necesarios. Como afirma Cordeiro: «La ciencia ficción de hoy es la ciencia real de mañana».
CORDEIRO: "VAMOS A
ASISTIR A LA MUERTE DE LA MUERTE ANTES DEL AÑO 2045"
"Lo que hoy es ciencia ficción será ciencia
mañana". La afirmación la hace José Luis Cordeiro, profesor de la
Singularity University, en California (EEUU), y uno de los organizadores de la
Cumbre Internacional de Longevidad y Criopreservación que arrancó ayer en
Madrid y se prolongará hasta el próximo sábado. En el discurso de este
venezolano no hay espacio para el condicional. Está convencido no sólo de
que la extensión de la vida será
una realidad en el futuro próximo, sino de que también se podrá
alcanzar la inmortalidad.
"Vamos a asistir a la muerte de la
muerte", subraya. Y, aunque sus
argumentos se basan más en la esperanza y la confianza en el progreso de la
ciencia que en datos objetivos, se atreve hasta a poner una
fecha para el logro: el año 2045. "Los avances científicos nos van a dar
la posibilidad de curar el envejecimiento, que es la principal causa de
enfermedad, e incluso de rejuvenecer. Ya se está haciendo a nivel celular y de
tejidos, pero podremos hacerlo en todo el organismo. Yo no pienso morir, no está entre mis planes",
sostiene.
Sus palabras provocan gran escepticismo, y lo
sabe, por lo que enseguida continúa: "Mucha gente no lo entiende porque
piensa que estos son cambios lineales, cuando la realidad es que los avances
están siendo exponenciales. Secuenciar el primer 1% del genoma supuso siete
años de trabajo, pero en otros siete se consiguió completar el 100%. Lo mismo
pasa ahora. Vamos a poder alcanzar la
longevidad indefinida porque vamos a poder curar el envejecimiento.
Lo que viene es una disrupción y dejaremos de considerar el envejecimiento como
un proceso natural e inevitable".
Además, añade, hilando los dos temas principales
que se tratarán estos días en las instalaciones del Centro Superior de Investigaciones
Científicas, "también existe
un plan B: la criopreservación". Aunque reconoce que es un
ámbito que todavía está dando sus primeros pasos -"no se puede
criopreservar un órgano como un corazón durante mucho tiempo"-, Cordeiro
vaticina que sí será una realidad en las próximas décadas que no sólo se podrá
emplear en la práctica clínica y ante abordajes como los trasplantes, sino
también "para conservar el cuerpo de una persona que se va a morir de
manera que pueda ser reanimada en el futuro y curada de la enfermedad de la que
falleció".
Ponentes del congreso, como Aubrey de Grey,
gerontólogo médico en Cambridge y director del centro SENS en California (EEUU)
y conocido por afirmar que "el fin del envejecimiento está ya a la
vista" coinciden con Cordeiro en su visión de un mundo cercano en el que los efectos de la edad podrán
revertirse, lo que llevará aparejada la eliminación de las
principales causas de enfermedad. En su intervención, el científico expuso que
el envejecimiento es "consecuencia de la física, no de la biología"
y, como si de un coche se tratara, abogó por desplegar un "mantenimiento
preventivo" para mantener al organismo libre de enfermedad.
También Rodolfo Goya, investigador de la
Universidad Nacional de La Plata (Argentina) considera que "la fuente de
la eterna juventud está relativamente cercana" y vendrá "de la mano
de la reprogramación celular". "Yamanaka descubrió, y eso le valió el Nobel,
que había un pequeño grupo de genes maestros que

eran capaces de hacer rejuvenecer las células, de llevarlas a un estado embrionario. Ese hallazgo se ha podido mejorar, por ejemplo, al lograr rejuvenecer las células sin que pierdan su identidad. Además, recientemente, se ha conseguido inducir una reprogramación celular en un animal vivo, logrando prolongar su vida. Eso es una auténtica revolución, algo que hasta ahora se consideraba el sueño de los alquimistas", señala Goya a este medio en una pausa del congreso. "Va a haber una ola creciente de experimentos tratando de refinar estas estrategias terapéuticas para que los cambios logrados sean permanentes y puedan aplicarse en humanos. No es cuestión de saber si se puede, la pregunta es cuándo, aunque hay que decir que estamos empezando. No me atrevo a dar una fecha, pero la ciencia avanza a una velocidad vertiginosa. Yo nunca pensé que vería el rejuvenecimiento por vía científica hecho realidad y ahí lo tienes".
Juan Carlos Izpisúa, precisamente el líder del grupo del Instituto Salk en La Jolla (California) que consiguió revertir el envejecimiento y prolongar la vida de ratones mediante reprogramación celular, no ve, en cambio, el vaso tan lleno como estos ponentes.
"A pesar de llevar muchos años investigando, nuestro desarrollo es realmente primitivo", señaló durante su intervención, en la que habló de las estrategias que su laboratorio está siguiendo para demostrar que el camino del envejecimiento no es unidireccional, sino que tiene retorno.
Uno de los abordajes más ambiciosos tiene que ver con conseguir fabricar células, tejidos u órganos
que puedan utilizarse como sustitutos cuando los nativos del organismo dejen de funcionar correctamente. En lugar de in vitro, el equipo de Izpisúa ha conseguido crear quimeras (organismos que contienen células de diferentes especies). En un primer paso, lograron introducir con éxito células de rata en embriones de ratón y, posteriormente, también consiguieron integrar células humanas en embriones de cerdo, si bien este último abordaje aún arroja resultados muy preliminares y básicos y necesita superar distintos e importantes retos, reconoció el investigador.
Por otro lado, Izpisúa también comentó las enormes posibilidades que ofrece poder efectuar cambios sobre el genoma y el epigenoma (el conjunto de marcas químicas que regulan la expresión de los genes) para actuar frente a la enfermedad y conseguir prolongar la vida. Recientemente, su equipo ha publicado un método que permite editar una de las marcas epigenéticas más frecuentes, la metilación, cuya acción reguladora, capaz de apagar o encender un determinado gen, se asocia con la aparición de algunas enfermedades, como el cáncer.
También abogó por continuar con la investigación Javier Cabo, presidente del encuentro, especialista en cirugía cardiaca y responsable del área de salud de la Universidad a Distancia de Madrid, que no quiso hablar del futuro, sino de "lo que dice la evidencia científica a día de hoy" con respecto a la criopreservación.
Cabo recordó que la vitrificación de óvulos y embriones cuenta con todos los avales científicos, así como la criopreservación de homoinjertos cardiacos, como las válvulas, que se emplean en la cirugía del corazón (él mismo tiene una amplia experiencia con esta técnica). En cambio, continuó, "la criopreservación de cuerpos enteros o cerebros aislados no cuenta con ninguna evidencia científica que respalde su viabilidad, no reúnen ningún criterio científico demostrado", señaló durante su ponencia, muy criticada por Aubrey de Grey en una réplica.
Cabo añadió que después de la muerte biológica -que diferenció del concepto de muerte legal-, usar la tecnología criogénica actual para preservar un cuerpo "es un rito funerario más" porque, aseguró, no cree en la resurrección de un organismo cuyas células no están vivas.
Para finalizar su exposición, este especialista recurrió a una secuencia de La Guerra de las Galaxias, en la que Han Solo es sometido a un proceso de criogenización y animó a los participantes a crear sinergias, líneas estratégicas de cooperación y trabajo para que, algún día, la ciencia ficción pueda convertirse en realidad.
Hay muchas controversias en la ciencia sobre la inmortalidad del hombre, el hombre fue creado inmortal, perdió este don que Dios le dio al crearlo por el pecado que cometieron, la mortalidad e inmortalidad no es cosa del hombre; sólo Dios es el único que tiene poder sobre estas cosas que alcanzamos a comprender.
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