Ir al contenido principal

Arte Espiritualidad


El arte despierta el mundo interior que está dormido y que guarda nuestro ser esencial, ansioso por ser descubierto.
El impacto de la belleza en el hombre, según Kant, produce respeto y admiración, pero el arte solamente recrea lo sublime de la naturaleza. Lo sublime es lo que eleva el alma sobre la mediocridad, pero no depende tanto del objeto que conmociona sino de la sensibilidad de cada uno. Para Kant, lo sublime nos llega a conmocionar y lo bello solo nos puede encantar. Según el filósofo, aunque todos tienen distintas formas de percibir, el alma parece tener una sensibilidad apta para el virtuosismo, emoción de que hasta las almas más comunes son capaces.

Las obras destinadas a esta singular recreación, indican cómo el individuo que niega el alma, es aquel que pierde el don supremo de la libertad, siendo preso de sus pasiones, esclavo de su pequeñez. Este es el ser meramente animal, puramente físico, carente de albedrío, Un final simbólico que no hace sino incidir en el hecho de que más allá de las limitaciones físicas del espacio y el tiempo, el hombre es, ante todo y sobre todo, arte y espíritu.

Comentarios

  1. Hola , me podrías decir quien pinto o el nombre de la pintura que esta mas arriba, que hace representa la reencarnación?

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

UN SABIO DIJO:

PROBIDAD

PROBIDAD    Probidad, la etimología nos remite a la lengua latina, ciertamente al término probitas. “honestidad y rectitud”. Puede decirse que la probidad está vinculada a la honradez y la integridad en el accionar, quien actúa así no comete ningún abuso, ni incurre en un delito. Lo contrario a la probidad es la corrupción, que implica un desvió de las normas morales y las leyes. En definitiva, es una virtud. La realidad, por supuesto, demuestra que la probidad no está presente en la totalidad de la humanidad. En el desarrollo de nuestras funciones la falta de probidad resulta aún más grave y perjudicial, ya que del accionar profesional se desprenden perjuicios a la sociedad; por decir: Si un magistrado carece de probidad, no puede administrar justicia. Sus dictámenes no serán imparciales, ya que pueden estar determinados por vicios. De esta manera un juez que no es probo puede condenar a prisión a un inocente o dejar en libertad a un asesino. También, todos,...