Es mi cuerpo y mente, sólo míos son, desde tiempos
atrás me conmueve algo que convive eternamente con nosotros y parece que esta
convivencia cree darle atribución de manipular nuestras vidas, se llama destino
y tienes que crearlo.
Nuestros pensamientos son las semillas de lo que
ocurrirá en nuestra vida, y todos somos responsables de ello. El ser humano es,
literalmente, lo que piensa. Cada persona construye sus condiciones, su éxito,
sus negocios y su destino en virtud de los pensamientos que escoge y guarda en
su mente. Todo lo que se manifiesta en nuestra vida es el resultado de lo que
previamente se ha manifestado en nuestra mente.
El optimista ha elegido vivir en un mundo positivo y
lleno de oportunidades, mientras que el pesimista vive en un mundo negativo y
deprimente; lo más curioso de todo esto es que viven en el mismo mundo. Las
diferencias que ellos tienen son sólo el resultado de sus pensamientos
dominantes. Estos han sido los encargados de atraer la felicidad o la angustia
que cada uno de ellos experimenta en su vida. Y lo mismo sucede con todos
nosotros. La buena noticia es que si en este momento no estamos viviendo la
clase de vida que siempre hemos deseado, podemos crear una nueva realidad cambiando
el tipo de información con la cual alimentamos nuestra mente.
"Los hombres amontonan errores en sus vidas
y crean un monstruo al que llaman destino”.
John Hobbes
"Cuida tus pensamientos, porque se convertirán en tus
palabras.
Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.
Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino."
Cuida tus palabras, porque se convertirán en tus actos.
Cuida tus actos, porque convertirán en tus hábitos.
Cuida tus hábitos, porque se convertirán en tu destino."
Mahatma Gandhi
Debemos forjar una disciplina física y mental para
mejorar y crecer como persona. La mejor forma de asegurar el “destino” es
creándolo, que la mejor manera de predecir el futuro es haciendo todo lo
posible para que pasen las cosas que se desean.
Estamos en este mundo para crearnos oportunidades, no para esperar a que vengan a nosotros. Además, no ser excesivamente controlador para dejar de creer en el destino y que no hay que ser una persona psicorígida que anhela tener el control de todo lo que pasa. Hay aventuras, “vivir el momento” y hacer cosas espontáneamente, pero de seguro que esas cosas no garantizarán que los sueños se hagan realidad, a pesar de que sean un componente fundamental en la vida de cualquier persona.
Digo: Si aún crees en el destino, piensa en lo que esta fantasía le está haciendo a tu vida. Reflexiona en cómo esta noción desventurada alimenta tu pasividad y tu pereza, diciéndote que no puedes tener una mejor vida de la que “algo” o “alguien” ya establecieron, sin importar lo mucho o lo poco que hagas ni las ambiciones y sueños que tengas en tu vida.
Estamos en este mundo para crearnos oportunidades, no para esperar a que vengan a nosotros. Además, no ser excesivamente controlador para dejar de creer en el destino y que no hay que ser una persona psicorígida que anhela tener el control de todo lo que pasa. Hay aventuras, “vivir el momento” y hacer cosas espontáneamente, pero de seguro que esas cosas no garantizarán que los sueños se hagan realidad, a pesar de que sean un componente fundamental en la vida de cualquier persona.
Digo: Si aún crees en el destino, piensa en lo que esta fantasía le está haciendo a tu vida. Reflexiona en cómo esta noción desventurada alimenta tu pasividad y tu pereza, diciéndote que no puedes tener una mejor vida de la que “algo” o “alguien” ya establecieron, sin importar lo mucho o lo poco que hagas ni las ambiciones y sueños que tengas en tu vida.
No seas una persona conformista e idealista, se alguien más pragmático.
¡No esperes a que el destino llame a tu puerta cuando ni siquiera has
construido la puerta!
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