El ser tú
mismo significa dejar a un lado ciertos mitos muy generalizados en nuestra
sociedad. Uno de ellos es lo que se dice con respecto a la inteligencia.
Muchos
consideran que una persona inteligente es quien tiene la capacidad de resolver
problemas complejos, de escribir, de leer, de vivir en ciertos niveles y de
resolver rápidamente ecuaciones abstractas.
Esta
visión de la inteligencia postula la educación formal, el conocimiento
académico o la cultura como una verdadera medida de la realización personal,
fomentando una especie de “creencias” que han obtenido consigo unos resultados
muy desmoralizadores, porque muchos hemos llegado a creer que una persona es
“inteligente” si tiene una serie de títulos académicos o una gran capacidad
dentro de alguna disciplina cómo matemáticas o la ciencia; un enorme
vocabulario, una gran memoria para recodar datos superfluos, o si es un gran
lector.
La
capacidad de resolver problemas es un aditamento útil a tu felicidad, pero si
tú sabes que a pesar de tu falta de habilidad para resolver cierto tipo de
cosas puedes elegir lo que te haga feliz, o que, por lo menos, puedes evitar lo
que te hará infeliz; entonces se podrá decir que eres inteligente y lo eres
porque tienes el arma más eficaz para combatir un “colapso nervioso”.
Sabemos
que los nervios no colapsan, es como si pudieras abrir el interior de alguien y
buscar sus nervios rotos. Obviamente, ¡no los encontrarás!
Me
refiero a que saben controlar sus emociones de una manera inteligente y las
personas “inteligentes” no tienen esos “colapsos nerviosos” porque están en
control de sí mismas.
Ese tipo
de personas saben que elegir la felicidad en vez de la depresión, porque saben
enfrentarse con los problemas que hay en sus vidas y nótese que no dije
“resolver los problemas”.
En vez de
medir su inteligencia por su capacidad para resolver problemas, esta gente la
mide por su capacidad de seguir siendo igualmente felices y valiosos, se
solucione o no el problema. Así de sencillo.
Puedes
empezar a considerarte realmente inteligente en base a cómo escojas sentirte al
enfrentarte con respecto a circunstancias difíciles.
Si hablo
de dificultades de la vida, son muy parecidas para todos. En un contexto
social, todos tenemos las mismas dificultades, desacuerdos, conflictos y son
parte de lo que significa ser humano.
Así mismo
el dinero, la vejez, las enfermedades, la muerte, los desastres naturales y los
accidentes son acontecimientos que enfrentan todos los seres humanos, pero
mientras algunas personas logran evitar el desaliento que inmoviliza y la
infelicidad al enfrentarse con estos hechos, hay otros que se desploman, quedan
inertes o sufren un colapso nervioso.
Los
humanos que reconocen los problemas como algo que es parte de la condición
humana y no miden la felicidad por la ausencia de problemas; esos son los seres
humanos más inteligentes que conocemos, y también los más raros y difíciles de
encontrar.
Aprender
a hacerte totalmente cargo de ti mismo implicará un proceso mental
completamente nuevo y que puede resultar difícil porque son demasiadas las
fuerzas que en nuestra sociedad conspiran contra la responsabilidad individual.
Debes
confiar y saber que tienes la capacidad de sentir emocionalmente lo que elijas
sentir en cualquier momento dado de tu vida.
Probablemente
tú has crecido creyendo que no puedes controlar tus propias emociones, como la
ira, el miedo, el odio, al igual que el amor, el éxtasis y la alegría y un
individuo no controla estas cosas, las acepta.
Eres
responsable de vivir tu vida de una manera inteligente y para hacerlo, es
simplemente ser feliz.
El
verdadero barómetro de la inteligencia es una vida feliz y efectiva, que se
vive cada día y en cada momento de cada día.
Si eres
feliz y vives cada momento aprovechando al máximo todas tus posibilidades,
entonces eres una persona inteligente.
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