EL PROCESO DE DESPERTAR

 Soy vuestro amigo y vuestra alma gemela y vengo a vosotros con reverencia y respeto por quienes sois y por el camino que estáis recorriendo en la Tierra.

Todos vosotros echáis raíces en la Tierra a partir de la cual construís vuestra vida. Naces como un bebé indefenso, a merced de los poderes de la Tierra y de la sociedad en la que vives. Absorbes una gran cantidad de estímulos cuando eres un niño pequeño y recolectas esa energía en tu cuerpo emocional. Al principio, todavía no está del todo claro quién eres en medio de tantos estímulos e impresiones. Pero lentamente se forma un «yo», un punto central en el campo de energía que eres. Poco a poco, surge un suelo bajo tus pies y surge una inspiración en tu corazón que es única para ti. Y por “ti», me refiero a tu Yo Superior, a tu alma.

Cuando encarnas, te sumerges en lo profundo, te entregas; te dejas inundar por las impresiones de una nueva vida. Y tu personalidad terrenal queda condicionada y formada por las muchas impresiones que recibe. Pero en ti también hay un lugar tranquilo, un espacio silencioso, que viene directamente de tu alma.

Ese espacio silencioso viene directamente del Cielo, de la dimensión divina de donde procedes.

A través del arte de vivir aquí en la Tierra, con el tiempo, se restaura tu conexión con ese lugar de quietud, ese espacio tranquilo que hay en tu corazón, en tu ser. En el momento en que te encuentras dentro de ese silencio, ese lugar central, comienzas a Vivir, con mayúscula; ya no estás «vivido» por los muchos impulsos externos que determinan tus emociones. Algo nace en ti, algo sólido como una roca que te señala una dirección y, en ese momento, tu canal interior se abre. Es posible que permanezcas bajo la presión de muchas influencias en tu vida, muchas de las cuales no se ajustan a ti y es posible que no te nutran, pero ahora existe una fuerza contraria. Ahora puedes contar con una base sólida para trabajar, por lo que ya puedes centrarte en redescubrirte a ti mismo.

Una sociedad altamente desarrollada fomentará en los niños y en los jóvenes un cierto respeto por la tradición, pero también los animará a encontrar su propio camino en la vida y en la misma sociedad. En la que haya conciencia espiritual, en la que haya sabiduría y conocimiento sobre el alma, animará a los jóvenes a encontrar su camino interior y a liberarse de las expectativas y tradiciones anticuadas.

Desafortunadamente, tal sociedad altamente desarrollada no es una realidad todavía, y ahora ves cómo en la vida de muchas personas ese punto de inflexión o se alcanza mucho más tarde o no se alcanza en absoluto. Sin embargo, la vida está ahí para despertarte, te invita, a veces por el dolor y la crisis, a adentrarte en ti mismo, a escuchar a tu alma. 

En cada uno de vosotros hay una determinación, una fuerza impulsora, para atraer a vuestra propia alma y la espiritualidad. Requiere coraje y determinación de tu parte para hacerlo, porque cuando lo haces, en cierto sentido, estás saliéndote de las normas sociales. Siente ese poder y coraje en ti mismo. En cierto modo, ni siquiera es algo que haces, es algo que naturalmente tienes que hacer. Y es un signo de madurez del alma cuando el alma, por su propia naturaleza, anhela un grado de interioridad y reclusión, y nuevamente se pregunta por qué las cosas son como son.

Hónrate a ti mismo e imagina cómo pones literalmente un pie fuera de la sociedad, donde la sociedad representa la rendición incondicional a las tradiciones, miedos, reglas y coerción a los que te has adaptado. Sin embargo, también existe esa otra parte de ti: el pie que se pone fuera de la sociedad, así que dirige tu conciencia y tu atención a esa parte. E imagina que hay un lugar en algún rincón de la Naturaleza que refleja la parte de ti que es un extraño. Imagina que puedes caminar o sentarte en ese lugar salvaje donde hay pocas influencias humanas y sentir que allí te sientes como en casa. Hay algo o alguien que quiere saludarte y darte la bienvenida. Ve lo que se halla allí. Puede ser un humano o un animal o un guía, o quizá una fuerza o el sentido de algo, y siente cómo te reciben con alegría y gozo.

La barrera más grande para que las personas abran ese canal con su propia alma y sabiduría interior, es que tienen que atravesar esa barrera y salir del campo de acción de la sociedad humana. 

Ese paso requiere un «no» a lo que no te conviene en tu entorno, y decir «no» requiere coraje y claridad mental. Para que la energía del alma nazca, todos tienen que atravesar una barrera de miedo y viejas actitudes y patrones, con demasiada frecuencia, ideas, opiniones y expectativas que has absorbido del mundo que te rodea y de tus padres, de conocidos y de amigos y socios.

Ese camino, ese paso a través y más allá de la barrera es un paso que das solo. Nadie más puede darlo por ti. Es tu dedicación interior y tu deseo de verdad e inspiración lo que te lleva a dar ese paso

Aprovecha tales circunstancias para profundizar en tu interior, para escuchar otra voz, una que se aclara a medida que te atreves a desapegarte de lo familiar y del pasado. Y cuando os sintáis enriquecidos e inspirados por lo que habéis recibido en ese lugar que se halla fuera de la sociedad, muchos de vosotros querréis regresar nuevamente a la sociedad y así es como debería ser, ya que allí es donde brillará vuestra Luz. Pero se requiere coraje y fortaleza para permanecer fiel a esa otra dimensión, que es la voz de tu alma, porque también vive en ti un niño ansioso que todavía reclama la confirmación y la aprobación de quienes te rodean, incluso si esas personas todavía están atrapadas en el pasado a través de sus creencias limitantes. Aún puede herirte profundamente que otras personas te rechacen.

Tú tienes algo que ofrecerle a la sociedad que conseguirá socavar las cosas y las estructuras, así que sé consciente de ese aspecto de ti mismo. Esa es la verdadera labor interior, que es la base sobre la que puedes afianzarte en el mundo mientras continúas escuchando y dando forma a la voz de tu alma.

Por lo tanto, respétate a ti mismo. Y lo diré de nuevo para que quede claro: Cuando descubres que te honras y que te respetas a ti mismo, creas el espacio que necesitas para realizar esa labor. La Luz que llega a esta Tierra nacerá a través de las personas, y esa Luz ya comienza a brillar en el mundo por la transformación interior de cada uno de nosotros. Tú eres el instrumento a través del cual ocurre ese nacimiento y ser ese instrumento requiere mucha fuerza interior, coraje y dedicación. Por eso te respeto profundamente.