DEL MIEDO AL AMOR

 

El miedo es el mayor bloqueo de todos. Te impide alcanzar tu potencial y cambia el equilibrio de poder entre tu persona y lo que te está bloqueando. 

Cuando permites que el miedo se apodere de ti, envías a tu poder lejos de ti. Hacer esto es el mayor sacrificio, y uno que podría cambiar el camino que tenías por destino, el que es correcto para ti, y desviándote hacia otro, de mucho más compromiso y pérdida de oportunidades.

Las creencias basadas en el miedo solo generarán más miedo, que impulsan emociones de odio e intolerancia. A su vez, esas emociones producirán atrocidades e injusticias. 

El miedo es el mayor bloqueador de todos y también el manipulador más insidioso. Es ampliamente utilizado como una herramienta por aquellos que desean mantener al mundo y a su población bajo control. A todos se nos a bombardea a diario con mucha propaganda, con la finalidad de mantenerlos atemorizados. El miedo provoca la ilusión de separación y, con ella, la creencia de que cualquier decisión que tomes solo te afecta a ti. Y esa es una falacia peligrosa.

Cuando crees en algo o en alguien, confías en su valor y lo das por bueno. La fe y la confianza te permiten relajar tu juicio y tu discernimiento y tal vez dejes de hacer preguntas, una actitud ésa que no siempre es segura.

Hay muchos sucesos en todo el mundo, tanto ahora como en el pasado, cuyas explicaciones, en su mayor parte, han sido aceptadas por las masas. Pero muchas de las que consideran «verdades» son, de hecho, mentiras que encubren planes siniestros. La propaganda es una práctica generalizada para garantizar que las personas se mantengan en sus zonas de confort, con la venda colocada firmemente sobre los ojos.

Cuando escuchas historias, ya sea en los medios de comunicación, en las redes sociales o las que circulan de boca en boca, te integras en esa agenda y eso, amigo mío, es el mayor peligro de todos.

No dejes que el miedo te impida lograr tus propósitos ni seguir tu propia verdad. Tampoco permitas que otros te manipulen a través del miedo. Cuando eres plenamente consciente de tu poder, te llevará a un lugar de fe, confianza y aceptación de ti mismo. Hay muchas cosas sencillas que puedes hacer para elevar tu mente por encima del drama que te rodea, a fin de tener menos miedo y estar más centrado en el corazón.

Mantén tus energías en el presente y completamente enraizadas a tu vida, Alternativamente, camina descalzo sobre la hierba mojada, sobre la arena o incluso sobre la alfombra, o sumérgete en el agua y sé consciente de ti mismo en el espacio.

Trata a tu cuerpo como un templo, porque tu cuerpo alberga tu espíritu y tu alma. Mantente hidratado, come sano y haz ejercicio. Es importante que te asegures de dormir lo suficiente. Aprende a meditar o participa en actividades de relajación consciente y/o creativas, como, caminatas por el monte, pasatiempos artísticos…

¡No es posible ver a todos y a todo con Amor, si tú mismo no eres capaz de verte así!

Deberías esforzarte por liberar las heridas del pasado, y perdonarte a ti mismo por los errores cometidos. No te mires al espejo y veas tu apariencia física. Mira, más bien, dentro de tu corazón y ve al niño que hay dentro.

La mayor parte del amor por uno mismo se disipa en la niñez, así que recupera ese amor por ti mismo, enviándole amor y perdón a tu versión de cuando eras niño. Cuida al niño interior y recupera el amor y el respeto por ti mismo. El universo gira en torno al Amor y solo con él podrás ver las cosas desde una perspectiva mucho más alta, porque el Amor es el mayor desbloqueador y el mayor protector. 

Cuando vienes de un lugar de Amor, te liberas y esa libertad te pondrá en el camino que elegiste en comunión con el Creador.

Por otro lado, la realidad es que estamos genéticamente programados para sentir miedo. Y es que el ADN contiene datos que nos hacen emitir respuestas de miedo ante potenciales depredadores y ante situaciones que pueden poner en riesgo nuestra vida. 

Además, muchas veces lo que nos da miedo en realidad es no ser capaces de hacer frente a estas situaciones; inconscientemente, sentimos que no disponemos de los recursos requeridos para hacerles frente. 

Sin embargo, la mente humana y nuestro amor son muy poderosos, y más fuerte de lo que pensamos. Confiar en ella, y aplicar todo el amor que tenemos hacen posible lidiarlos, Y es que, se trata de recibirlo para poder hacerle frente vencer a los miedos y que se vayan.