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SENTIDO COMÚN

 

El sentido común es aquello a lo que nos referimos cuando queremos hablar sobre el conocimiento que todos compartimos. Aquello que consideramos básico y evidente, conclusiones a las que llegamos casi automáticamente al tratar de analizar lo que percibimos.

A veces el sentido común no es tan universal como pensamos; muchos hasta hacemos un mal uso de él. Es más, no todas las personas disponen de esa capacidad de discernimiento y sentido de la lógica que nos orienta sobre lo más acertado en cada situación

La psicología nos dice que el sentido común es la capacidad de discernimiento que tiene (o debería tener) toda persona. Gracias a esta habilidad, uno puede tomar decisiones coherentes basadas en la lógica y la razón. 
Sea como sea, este concepto busca siempre un propósito: el bien común. Con esta competencia se intenta que todos dispongamos de un sentido práctico con el que facilitar la convivencia, evitar conflictos hostiles y actuar por el bienestar de todos
A lo largo de nuestra historia, el concepto del sentido común se ha enfocado desde muy diversos ángulos. Entender cada uno de ellos nos ayudará sin duda a tener un poco más de perspectiva.
Aristóteles. Para el filósofo griego, el sentido común se centraba únicamente en nuestras experiencias sensoriales. De este modo, todos nosotros experimentamos lo mismo cuando estamos ante un estímulo (ver un vaso que se rompe, sentir el calor del fuego, el sonido del viento…). El sentido común partía para él de los objetos sensibles, de lo que se podía percibir a través de los sentidos.
René Descartes. Para el matemático y filósofo francés, no importa que cada persona proceda de una cultura diferente. Todos nosotros poseemos un sentido común universal, desde el cual, juzgar y distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo malo.
Descartes señalaba que el sentido común era la cualidad mejor repartida del mundo; no había persona que no dispusiera de ese regalo juicioso, entendía que esta dimensión, más allá de la idiosincrasia de cada uno, nos permitía tener claro a todos por igual que era lo correcto, lo aceptable y qué rozaba la irracionalidad.
Henri Bergson define al sentido común como "la facultad para orientarse en la vida práctica" 
E. Mora-Anda dice que el sentido común nos ahorra tonterías: calcula lo probable y lo improbable, lo razonable y lo absurdo. No se atiene a reglas, sino a lo que puede funcionar; no es perfeccionista, sino que prefiere "lo razonable".
Lin Yutang en "La Importancia de Vivir". 
Trout y Rivkin, el sentido común es una facultad esencial de la persona: «una facultad que posee la generalidad de las personas, para juzgar razonablemente las cosas». 
Yash, Hipat Roses e Imeld lo definen como «el don provisto para saber distinguir todo lo que nos rodea: el bien, el mal, la razón y la ignorancia.»
Max Jacob quien afirma que: “El sentido común es el instinto de la verdad”.
Ahora bien, como señaló Voltaire, el sentido común es en realidad el menos común de los sentidos. ¿Qué significa esto? Básicamente que no siempre se da o se percibe esa unanimidad a la hora de entender qué es lo lógico o lo esperable en cada situación. De algún modo, cada uno integra en su ser su propio sentido común, el cual, en ocasiones, no marida con el que tienen los demás. 
Por otro lado, lo más curioso de todo es que a todos nos iría mejor si fuéramos capaces de aplicar esa sencillez en cuanto a valores y principios de actuación, partiendo de una esencia juiciosa y casi
universal. Sin embargo, en ocasiones, aun sabiendo qué sería lo más aceptable en cada situación, no lo aplicamos; bien por dejadez, por desafío, desidia o porque nuestra mente está ocupada en otros complejos universos.
El sentido común nos dice, por ejemplo, que deberíamos llevar una vida más saludable; sin embargo, no siempre anteponemos nuestra salud a la gratificación inmediata. El sentido común nos susurra a menudo que ese papel debería ir a la basura, que deberíamos reciclar más, que no hay que leer los mensajes en el móvil mientras conducimos o que deberíamos compartir tiempo de calidad con las personas que amamos. Entonces, si lo tenemos claro, ¿por qué no lo hacemos?
De una manera más sencilla, se comprende por sentido común a una manera de no pensar y de no analizar crítica o científicamente hechos y fenómenos de la sociedad, dados como naturales y concretos sin investigaciones metodológicas previas. Al aceptar estos hechos sin argumentos, escapan al rigor científico y a toda clase de análisis críticos. Dado que lo «común» (a diferencia de los cinco sentidos establecidos), no es parte de lo cognitivo (natural), sino una construcción social. El sentido común es la antítesis al pensamiento crítico.
El sentido común, crucial para el éxito de los sistemas de inteligencia artificial
El sentido común es un conocimiento del que disponen todos los seres humanos. Se trata de un conocimiento sobreentendido, que no está escrito en ninguna parte – en el que prácticamente ni reparamos. Lo vamos adquiriendo de manera imperceptible, desde el día en que nacemos. Comprende conceptos como “los animales no conducen” o “mi madre es mayor que yo”. Un conocimiento al que los expertos recurren con frecuencia, incluso para ejecutar tareas en dominios muy concretos y específicos. Este conocimiento de sentido común es algo que aprendemos por experiencia y curiosidad, sin ser conscientes de ellos. Y el volumen de conocimientos de este tipo que acumulamos a lo largo nuestras vidas es muy considerable.
Desde que comenzaran a desarrollarse, dotar a los sistemas de inteligencia artificial de conocimientos de sentido común se ha considerado un asunto clave. Es más, si algo ha quedado patente a lo largo de todos estos años de grandes esfuerzos es que desarrollar sistemas capaces de razonamiento por sentido común es una tarea muy costosa, tanto desde el punto de vista económico como del de dedicación. En este documento explicaré por qué es tan importante el razonamiento por sentido común y analizaremos alguna de las estrategias seguidas para desarrollar estos sistemas. Estas estrategias han permitido dotar a los programas de inteligencia artificial, como los chatbots, de capacidades de razonamiento por sentido común complementarias.
¿Por qué es el sentido común tan importante para los sistemas de inteligencia artificial?
Uno de los padres fundadores de la inteligencia artificial, John McCarthy, fue de los primeros en darse cuenta de su importancia. En 1959 publicó el primer documento en proponer en un programa hipotético (Advice Taker) para implementar el razonamiento fundamentado en el sentido común. El documento consistía únicamente en una especificación detallando lo que debería ser capaz de hacer un programa de sentido común. Sin embargo, pronto quedó claro que existía la necesidad de trabajar en programas de conocimiento de sentido común para reforzar los procesos de toma de decisiones de los sistemas expertos de inteligencia artificial. La aparición de estos sistemas supuso el primer periodo de auge comercial de la inteligencia artificial, de manera que el sentido común comenzó a ser considerado un elemento fundamental en su éxito.
El motivo del consenso en torno a la importancia del sentido común es que, a pesar de la gran capacidad de muchos de estos sistemas a la hora de resolver determinados problemas, también eran extremadamente frágiles, ofreciendo con frecuencia respuestas incoherentes cuando trataban de razonar a partir de datos de problemas inusuales. Además, en el caso de los expertos humanos, en determinados procesos lógicos, el sentido común se impone a los conocimientos especializados. Así, a la hora de evaluar la necesidad de someter a un paciente de avanzada edad con una esperanza de vida limitada, a una intervención quirúrgica complicada y de resultados inciertos, aplicando el sentido común y teniendo en cuenta las circunstancias, el experto puede descartar la operación. Un sistema experto de inteligencia artificial, sin sentido común, no incorpora esta amplitud de miras a sus procesos de toma de decisiones.
DARPA, la agencia de investigación del departamento de defensa de los EEUU, también ha identificado la falta de sentido común como un asunto importante. Por eso ha lanzado recientemente un proyecto llamado Machine Common Sense. Según la propia agencia, “la falta de sentido común impide a los sistemas inteligentes entender su mundo, comportarse de manera razonable ante situaciones inesperadas, comunicarse de manera natural con las personas y aprender de nuevas experiencias. Su ausencia se considera la barrera más importante que separa el enfoque limitado de las aplicaciones de IA actuales con los sistemas de inteligencia general, similares a los humanos, que se espera desarrollar en el futuro”. El proyecto de DARPA sigue una estrategia doble. Por un lado, desarrollar modelos computacionales capaces de aprender de la experiencia. Y por otro desarrollar un servicio capaz de aprender a partir de la información disponible en Internet, como un investigador de biblioteca, para construir un repositorio de conocimientos de sentido común.
A pesar de muchos esfuerzos encomiables, existe una sensación generalizada de que no se ha avanzado suficiente en las aplicaciones de sentido común para la inteligencia artificial. Uno de los problemas es que resulta tremenda mente complicado formalizar estos conocimientos porque se trata de un dominio muy des-estructurado. También resulta difícil saber cuándo se podría considerar que se ha completado un sistema de este tipo, porque no existe una definición precisa de lo que es el sentido común. Sin embargo, avanzar es imprescindible para superar los problemas que se describen en este artículo.










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