En lo que se refiere al mundo material, si las personas no entienden ciertas cosas o fenómenos, pueden buscar la información relevante, o también pueden usar diversos canales para averiguar sus orígenes y la historia detrás de ellos. Sin embargo, cuando se trata del otro mundo del que estamos hablando hoy —el mundo espiritual que existe fuera del material—, las personas no tienen absolutamente ningún medio o canal para aprender ninguna cosa sobre el mismo.

¿Por qué digo esto? Porque, en el mundo de la humanidad, todo lo que pertenece al mundo material es inseparable de la existencia física del hombre y, como las personas sienten que todo en el mundo material es inseparable de su sustento y vida físicos, la mayoría de las personas solo son conscientes, o solo ven, las cosas materiales delante de sus ojos, las cosas que les son visibles. No obstante, cuando se trata del mundo espiritual —es decir, todo lo que es de ese otro mundo— es justo decir que la mayoría de las personas no creen. Como las personas no pueden verlo y creen que no hay necesidad de entenderlo ni de saber nada sobre él, por no hablar de cómo el mundo espiritual es un mundo completamente diferente al material y, desde el punto de vista de Dios, está abierto —aunque para la humanidad es secreto y está cerrado— las personas, por tanto, tienen muchas dificultades para encontrar una senda para comprender los diversos aspectos de este mundo, solo voy a hablar de la parte que es necesario conocer

Primero, ¿qué es el mundo espiritual? En un sentido general, es un mundo que está fuera del material, invisible e impalpable para las personas. Sin embargo, en vuestra imaginación, ¿qué tipo de mundo debería ser el espiritual? Quizás, como consecuencia de no ser capaz de verlo, no podéis imaginarlo. Sin embargo, cuando oís leyendas sobre él, seguís pensando, no sois capaces de deteneros. ¿Y por qué digo esto? Hay algo que les ocurre a muchas personas cuando son jóvenes: cuando alguien les cuenta una historia aterradora —sobre fantasmas o almas— se asustan mucho. ¿Y por qué se asustan? Porque están imaginándose esas cosas; aunque no pueden verlas, sienten que están por toda su habitación, en algún rincón oculto u oscuro y tienen tanto miedo que no se atreven a dormir. Especialmente por la noche, no se atreven a estar solos en la habitación o a salir solos al patio. Ese es el mundo espiritual de vuestra imaginación, y es un mundo que las personas piensan que es aterrador. De hecho, todo el mundo tiene algo de imaginación, y todo el mundo puede sentirlo un poco. Permitidme daros una explicación breve y simple. El mundo espiritual es un lugar importante. ¿Por qué digo que es importante? Vamos a hablar sobre esto en detalle. La existencia del mundo espiritual está inextricablemente vinculada al mundo material de la humanidad. Desempeña un papel importante en el ciclo humano de la vida y la muerte en el dominio de Dios sobre todas las cosas; este es su papel, y una de las razones por la que su existencia es importante. Como es un lugar indiscernible para los cinco sentidos, nadie puede juzgar con exactitud si el mundo espiritual existe

o no. Sus distintas dinámicas están íntimamente relacionadas con la existencia humana y, como resultado de esto, el orden de su vida también se ve inmensamente influenciado por el mundo espiritual. ¿Esto involucra a la soberanía de Dios o no? Sí. Cuando digo esto, entendéis por qué estoy exponiendo este tema: porque concierne a la soberanía de Dios y Su administración. En un mundo como este, invisible para las personas, todos sus edictos celestiales, decretos y su sistema administrativo son mucho más elevados que las leyes y los sistemas de cualquier nación del mundo material, y ningún ser que vive en este mundo se atrevería a contravenirlos o violarlos. ¿Tiene esto relación con la soberanía y la administración de Dios?

En el mundo espiritual existen decretos administrativos claros, edictos celestiales claros y estatutos claros. En diferentes niveles y ámbitos, los asistentes se rigen por su obligación y observan normas y regulaciones, porque saben cuál es la consecuencia de violar un edicto celestial; son claramente conscientes de cómo Dios castiga el mal y recompensa el bien, y de cómo administra y gobierna Él sobre todas las cosas. Además, ven claramente cómo Él lleva a cabo Sus edictos celestiales y estatutos. ¿Son estos diferentes del mundo material habitado por la humanidad? En efecto, son inmensamente diferentes, a Su carácter y a lo que Él tiene y es. la administración y la soberanía de este mundo por parte de Él son mucho más estrictas que las del mundo material. Cuando se trata de detalles, deberíamos empezar con cómo el mundo espiritual es responsable de la obra del ciclo humano de la vida y la muerte, porque esta es una parte importante de la obra de los seres del mundo espiritual.
En la humanidad, clasifico a todas las personas en tres tipos.
El primero es el de los no creyentes, los que no tienen creencias religiosas. Se les llama incrédulos. La inmensa mayoría de ellos solo cree en el dinero, solo busca sus propios intereses, son materialistas, y solo creen en el mundo material, no en el ciclo de la vida y la muerte ni en ningún relato. Los catalogo como los incrédulos, y son el primer tipo.
El segundo tipo son las diversas personas de fe aparte de los incrédulos. En la humanidad, estas personas de fe son varios tipos principales: el primero son los judíos, el segundo los católicos, el tercero los cristianos, el cuarto los musulmanes y el quinto los budistas; hay cinco tipos. Estos son los diversos tipos de personas de fe.
El tercer tipo es los que creen en Dios, y es el que incluye a vosotros. Tales creyentes son los que siguen a Dios hoy. Estas personas se dividen en dos tipos: las personas escogidas por Dios y los hacedores de servicio. Estos tipos principales se han diferenciado claramente. Por tanto, ahora sois capaces de diferenciar en vuestra mente los tipos y clasificaciones de humanos, ¿verdad? cuando estas diferentes razas y tipos de personas vuelvan al mundo espiritual, tendrá cada una un lugar distinto al que ir, se verán sujetos a diferentes leyes del ciclo de la vida y la muerte, y esta es la razón por la que se ha catalogado a los seres humanos en estos tipos principales.
LO ESPIRITUAL VA MÁS ALLÁ DE LO PSICOLÓGICO
No es fácil definir lo espiritual. Es una palabra muy usada en la religión, en donde se le define como ese ámbito de la vida donde está la presencia de Dios
Fuera de la religión es usual que se pensemos que lo espiritual es lo mismo que lo psicológico. Desde ese punto de vista, lo que compone dicha espiritualidad serían todos los pensamientos, sentimientos y emociones que nos habitan. Sin embargo, esto no es del todo exacto: lo espiritual va más allá de lo psicológico.
“La espiritualidad necesita ser cósmica, que nos permita vivir con reverencia el misterio de la existencia, con gratitud por el don de la vida y con humildad respecto al lugar que el ser humano ocupa en la naturaleza”.
-Leonardo Boff-
Son muchas las filosofías y las prácticas que definen lo espiritual como todo aquello que nos otorga un sentido de trascendencia para la vida. En esa perspectiva, lo espiritual tiene que ver con la práctica de la virtud, con el propósito de alcanzar un estado de libertad o de liberación o, en todo caso, de mayor evolución.
SER ESPIRITUAL POR FUERA DE LA RELIGIÓN
Hay quienes no se conforman simplemente con ser buenas personas o buenos ciudadanos, sino que quieren ir más allá. Desean que su vida se convierta en un reflejo de las grandes virtudes humanas o de los grandes propósitos de la humanidad.
Esto, por supuesto, involucra el mundo de lo psicológico, pero va más allá de él. El ámbito de lo
espiritual es lo que podríamos llamar la esfera de lo ético. Ojo, no de lo moral, sino de lo ético. La espiritualidad no busca cumplir mandatos sociales o morales, sino llevar los valores a su máxima expresión.
Muchos de quienes exaltan la espiritualidad en sus vidas hablan de “un poder superior”, pero no necesariamente lo entienden como un ser específico. Ese poder superior eventualmente es la naturaleza misma, la libertad, el entendimiento, la humanidad y un sinnúmero de conceptos elevados.
LA IMPORTANCIA DE LA ESPIRITUALIDAD
La espiritualidad va más allá de una búsqueda del bienestar psicológico. No se trata de un método, o de un camino para superar la depresión, la ansiedad y todos esos problemas que tanto aquejan la mente de muchas personas hoy en día. Sin embargo, uno de los resultados de la espiritualidad sí es un estado anímico de mayor equilibrio.
Lo espiritual tiene un papel importante en, por ejemplo, la rehabilitación de personas adictas. Quienes viven presos de este tipo de problemas tienden a sufrir un proceso de decadencia en sus valores, en su ética. Pueden llegar a un punto en el que son capaces de cualquier cosa con tal de obtener la droga. Por eso, buena parte de su rehabilitación consiste en volver a otorgar valor a las grandes virtudes humanas.
La espiritualidad tiene un enorme poder: otorga fuerza para alcanzar logros o metas. Es mucho más que fuerza de voluntad. Se basa más bien en la convicción y en el deseo de superar niveles y de alcanzar mayor trascendencia.
Muchos de los grandes hombres y mujeres de la historia han encontrado en lo espiritual la fuerza para realizar verdaderas hazañas. Es tan fuerte su adhesión a ciertos principios, que son capaces de vencer grandes obstáculos para alcanzar objetivos que consideran trascendentes.
LO ESPIRITUAL EN LA VIDA COTIDIANA
Para establecer una conexión genuina con aquellos valores en los que realmente crees no tienes que apuntarte a un curso de yoga, ni pedir una audiencia con el Dalai Lama. Tampoco tu propósito debe ser el de cambiar a la humanidad o ser un modelo de bondad. Lo único que tienes que hacer, en principio, es escuchar tu voz interior.
De lo que se trata, finalmente, es de propiciar un despertar a la conciencia de ti mismo y de tu lugar en el mundo. Más allá de ser padre o madre, eres un educador de un nuevo ser. Además de ser un trabajador, eres una pieza en el progreso de una comunidad, de un país, de un planeta. Y más allá de ser un ciudadano, eres parte de una historia en la que las consecuencias del mañana son fruto de tus acciones de hoy.
Ser espiritual es una forma de ver, pero se traduce en una forma de ser. Abrir los ojos para verte y ver al mundo que te rodea es algo que te otorga una fuerza inusitada. No se logra de la noche a la mañana, sino que es fruto de largas cavilaciones y de hondas confrontaciones contigo mismo. Pero también es, sin duda, el camino más seguro para otorgarle un sentido real y profundo a tu paso por este planeta.
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