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CONCIENCIA O CONSCIENCIA

 

La consciencia es la capacidad del ser humano para percibir la realidad y reconocerse en ella, mientras que la conciencia es el conocimiento moral de lo que está bien y lo que está mal, en base al conocimiento de sí mismo y de su capacidad para actuar sobre su entorno.

Ambos términos derivan de la misma raíz etimológica: el vocablo latín conscientĭa. (“con conocimiento”), De allí, por ejemplo, que compartan el mismo adjetivo: consciente (que no admite la grafía conciente).la conciencia es el acto psíquico mediante el cual una persona se percibe a sí misma en el mundo. Por otra parte, la conciencia es una propiedad del espíritu humano que permite reconocerse en los atributos esenciales; Resulta difícil precisar qué es la conciencia, ya que no tiene un correlato físico. Se trata del conocimiento reflexivo de las cosas y de la actividad mental que sólo es accesible para el propio sujeto.

La filosofía considera que la conciencia es la facultad humana para decidir acciones y hacerse responsable de las consecuencias de acuerdo a la concepción del bien y del mal. De esta manera, la conciencia sería un concepto moral que pertenece al ámbito de la ética.

Consciencia Es un proceso personal donde uno es consciente de sus propios pensamientos, de su realidad interna. Se relaciona con el pensamiento, por lo tanto, siempre está en constante cambio, es un continuo que nunca se detiene, que siempre está procesando información, atendiendo a estímulos.

La consciencia no nos permite ver la realidad tal como es, sino tal como somos nosotros. La forma en que experimentamos la realidad es la interpretación que nuestro cerebro hace de los estímulos del exterior. Lo que hace la consciencia es recopilar, organizar y combinar un montón de información de diferentes modalidades, mediante los cinco sentidos. Los coge todos y los resume en un formato único que dan pie a comportamientos. La consciencia ofrece al ser humano una manera de interacción con el mundo y propuestas para que se comporte lo suficientemente bien como para seguir vivo en el futuro. La consciencia saca lo mejor de cada sentido, no solo de los cinco clásicos sino también de otros como la memoria. En resumen, la consciencia es un conector de percepción para que el organismo permanezca en buen estado.

Sin embargo, en ciertas situaciones, estos términos pueden funcionar como sinónimos y ser perfectamente intercambiables, lo que a veces genera dudas sobre cuál es la forma correcta de escribir la palabra en cada uno de sus usos.

CUÁNDO USAR CONSCIENCIA Consciencia es un sustantivo femenino; se refiere a la capacidad del ser humano para reconocer y percibir la realidad que lo rodea; para relacionarse con ella, reconocerse dentro de ella y reflexionar 

sobre ella; y es también el acto psíquico por medio del cual el individuo se reconoce a sí mismo en el mundo.
Por ejemplo:
De pronto, se dio cuenta de que había dejado de tener consciencia de sus actos y se preocupó mucho.
Paula no recuperó la consciencia sino hasta la mañana siguiente.
A veces pienso que no tienes consciencia del significado de todos los sacrificios que hemos tenido que hacer por ti.
Se piensa que solo el ser humano tiene consciencia de sí mismo.
CUÁNDO USAR CONCIENCIA
Conciencia es un sustantivo femenino; se emplea para definir la capacidad de los seres humanos para distinguir entre el bien y el mal, su sentido de la moral y de la ética, así como al conocimiento crítico y reflexivo de la realidad.
Por ejemplo:
Su conciencia le impidió actuar de esa manera.
Luisa se comporta como si no tuviera conciencia de lo que padecen sus empleados.
Disculpe, no tenía conciencia de que estaba con tanta prisa.
La nuestra es una sociedad sin conciencia ambiental.
CONSCIENCIA Y CONCIENCIA COMO SINÓNIMOS
En determinadas ocasiones, los términos consciencia y conciencia no tienen diferencias en su significado, de modo que pueden ser intercambiables.
Así, podemos usar tanto consciencia como conciencia con el sentido general de percepción o conocimiento de la realidad circundante. Es de destacar, sin embargo, que en dichos casos suele optarse, más bien, por la grafía simple conciencia.
Por ejemplo:
Tranquila, madre. Tengo conciencia/consciencia de hasta dónde puedo llegar.
Solo en el último momento tuvimos conciencia/consciencia de que realmente habíamos ganado.
Después de la caída, Diana recuperó la conciencia/consciencia de inmediato.
Aunque suenen casi igual, consciencia y conciencia no tienen el mismo significado. No es lo mismo decir “tengo la conciencia tranquila” que “estar consciente tras recibir un golpe” o “ser consciente de todos y cada uno de los estímulos que me rodean”. El primer término tiene un gran interés para el campo de la filosofía, el segundo es todavía un desafío para la neurociencia.
El biólogo molecular y premio Nobel Francis Crick, solía decir que, aunque sea necesario saber diferenciar una dimensión de la otra, en realidad siempre nos quedaremos cortos a la hora de intentar definir cada una de ellas. Son entidades tremendamente complejas, y en particular la segunda, la consciencia.
“La conciencia sólo puede existir de una manera, y es teniendo conciencia de que existe”.
-Jean Paul Sartre-
¿QUÉ ES LA CONCIENCIA?
Filósofo Blaise Pascal que la conciencia es el mejor libro de moral que tenemos. No se equivocaba. Esta realidad se refiere, básicamente, a esa capacidad que tenemos las personas para saber qué actos, pensamientos, palabras y situaciones son correctas y cuáles no.
Es un concepto moral y ético; sin embargo, cabe señalar que presenta además algunas pequeñas consideraciones que vale la pena tener en cuenta.
Conciencia no tiene nada que ver con procesos como la atención o la percepción.
Filósofos como Descartes y Locke intentaron en su día profundizar en este concepto para entender cómo se relaciona, por ejemplo, la conciencia con el lenguaje, con el pensamiento y la inteligencia. Debemos tener en cuenta, además, que una de las diferencias más notables entre consciencia y conciencia, es que la segunda es para los filósofos una “virtud”.
De este modo, cuando decimos que alguien “tiene conciencia”, estamos valorando que esa persona tiene valores morales. Nos referimos a ella como alguien que intenta vivir de acuerdo unas normas básicas de respeto y equilibrio. 
¿QUÉ ES LA CONSCIENCIA?
Consciencia es algo más que estar despiertos, que tener los ojos abiertos y sentirnos parte de esa realidad sensible que nos rodea. William James, padre de la psicología norteamericana, fue uno de los primeros autores en abordar la comprensión de esa diferencia entre consciencia y conciencia. Como filósofo, psicólogo y científico, definió la consciencia a través de una serie de características que nos permitirán comprenderla mucho mejor:
La consciencia es subjetiva. No tiene nada que ver con la ética o la moral. Es un proceso personal donde uno es consciente de sus propios pensamientos, de su realidad interna.
Se relaciona con el pensamiento, por lo tanto, siempre está en constante cambio, es un continuo que nunca se detiene, que siempre está procesando información, atendiendo a estímulos.
Asimismo, la consciencia también puede ser selectiva. En un momento dado, las personas podemos poner la atención en un aspecto (interno o externo) para separarla del resto de estímulos y tomar contacto con eso que nos interesa.
LA CONSCIENCIA ES EL MAYOR ENIGMA DEL SER HUMANO
Christof Koch es un neurocientífico norteamericano y uno de los mayores expertos en el estudio de la consciencia y de sus bases neuronales. En libros como La búsqueda de la consciencia: un enfoque neurobiológico, nos señala que la principal diferencia entre consciencia y conciencia, es que la primera es todavía un enigma. La segunda tiene que ver con el sentido de responsabilidad, con los valores y conocimiento de cada uno por su propia persona y sus actos.
La consciencia es todo lo que experimentas. Es esa canción que se queda en tu cabeza. Es la dulzura de la mousse de chocolate, el dolor palpitante de un dolor de muelas, el amor por tus hijos, y la seguridad de que algún día vamos a dejar este mundo.
Este científico nos señala, a su vez, que hay dos tipos de consciencia que debemos tener en cuenta. Son las siguientes:
La consciencia primaria. Tiene que ver con nuestras percepciones, sensaciones, memoria, pensamientos, con aquello que soñamos, con lo que deseamos… Todo ello nos permite poder separarnos también de lo que nos rodea para definir nuestra individualidad.
La consciencia reflexiva. Esta dimensión es, quizá, un ámbito tan interesante como desafiante a la vez. Tiene que ver con “observar la propia mente”, con saber qué somos, qué sabemos, qué ocurre en nuestro ser interno.
Para concluir, como vemos, consciencia y conciencia son dos términos tan complejos como interesantes a la vez. Son, a su vez, algo más que meros productos de la mente. Es lo que nos hace humanos. Como dijo Thomas Huxley en su día, son esas entidades que nos hacen ser “conscientes” de que somos algo más que huesos, músculos, células y una piel que nos envuelve.








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