Ir al contenido principal

SOMOS LIBRES O ESTAMOS DETERMINADOS

¿Somos libres o estamos determinados? Esta ha sido una pregunta recurrente entre los filósofos occidentales a partir de diferentes enfoques. En este ensayo exploraremos brevemente la relación entre la libertad y la determinación en la filosofía occidental, discutiendo los principales postulados 

Desde un enfoque tradicional, los filósofos occidentales han discutido durante siglos la relación entre la libertad y la determinación. Esta pregunta ha sido abordada desde perspectivas variadas, desde el enfoque clásico de Sócrates hasta la filosofía moderna de Immanuel Kant. En general, los filósofos ubicados en esta línea han intentado discernir si nuestras conductas están bajo control de una fuerza externa (determinación) o si realmente tenemos la individualidad para actuar de acuerdo a nuestra voluntad (libertad).

Los filósofos tradicionales han abordado esta cuestión con argumentos diversos. Por ejemplo, Sócrates, el fundador de la filosofía occidental, abogaba por «el principio de no contradicción», donde la libertad de acción era vista como la posibilidad de hacer una elección entre opciones razonables. Por otra parte, Platón, discípulo de Sócrates, sostenía la idea de que somos guiados por una «ley superior» cuya presencia es inseparable de «la verdad» y por lo tanto nosotros no somos realmente libres para actuar, sino que somos parte de un mundo determinado por Dios y las leyes divinas. Además, había la concepción de Aristóteles, según la cual la libertad proviene de la capacidad de los seres humanos para pensar racionalmente.

En la discusión entre libertad y determinación, hay muchas posiciones intermedias entre los dos extremos. Por un lado, se sostiene la posición de que ciertos factores externos influyen en nuestras acciones, pero que nosotros somos libres para tomar decisiones dentro de los límites fijados por estos factores. Por otra parte, hay quienes argumentan que somos completamente libres para actuar en cada momento, y que los factores externos operan sólo como una suerte de «condiciones precedentes» en voz de un «destino preestablecido».

En definitiva, la pregunta sobre la relación entre libertad y determinación es particularmente compleja y continúa siendo un tema abierto de discusión entre los filósofos occidentales. Por ejemplo, el filósofo René Descartes abogaba la existencia de un «yo» autónomo, una fuerza interior que nos otorga libertad para actuar directamente, pero también había quienes sostenían que el destino era algo preestablecido por una fuerza superior. De esta forma, el debate entre libertad y determinación continúa sin resolverse, pero sigue dando lugar a un interesante debate filosófico.

En conclusión, la relación entre la libertad y la determinación ha sido ampliamente discutida entre los filósofos occidentales a lo largo de los siglos. Mientras algunos defendían que somos libres para decidir en cada momento, otros sostenían que estamos determinados por una fuerza superior. A pesar de que esta discusión sigue sin resolverse, el hecho de que se mantenga abierta contribuye grandemente a la discusión filosófica y a la discusión de la condición humana en general. Una exploración de la libertad y la determinación en la filosofía occidental  Si una pregunta ha provocado desacuerdos y debates intensos en la filosofía durante los últimos milenios, es sin duda esta: ¿tenemos libertad o estamos determinados por la causalidad de nuestras vidas? Los que sostienen la posición de la libertad se encuentran en desacuerdo con aquellos que sostienen la postura de la determinación, según los cuales el individuo carece de auténtica libertad porque todas sus acciones están influenciadas por los acontecimientos pasados, presentes y futuros que hacen parte de su vida. Una de las argumentaciones clásicas en este tema es el concepto de las “Cadenas de la Determinación”, usado por el filósofo David Hume. De acuerdo con Hume, vivimos en un mundo donde todos los acontecimientos, desde los más cotidianos hasta los más trascendentales, están ligados unos a otros en una cadena de hechos que sigue un orden lógico establecido por causalidad. Esta “Cadena de la Determinación” sería entonces la responsable de llevar a cabo toda forma de acción que los seres humanos pudieran llevar a cabo. Estas acciones serían producto del orden y la causalidad impuestos por esta cadena, eliminando así cualquier posibilidad de libertad individual. Por su parte, aquellos que sostienen una postura de libertad, argumentan que el hombre es

consciente de sus actos y que toma decisiones libres y no necesariamente determinadas por el curso de los acontecimientos pasados. Esta falta de consenso entre la libertad y la determinación ha destacado por más de dos milenios, generando un abanico de respuestas variadas a esta misma cuestión. A pesar de esto, se omite a menudo la consideración de un elemento central en el debate: el papel que la responsabilidad individual juega en esta discusión.
No hay duda de que somos responsables de nuestras acciones, lo que lleva entonces a la pregunta de si somos realmente dueños de ellas. ¿Estamos realmente libres de elegir el curso de nuestra vida, o nuestras elecciones y acciones están determinadas por la causalidad del pasado? El debate continúa, y parece que nunca encontraremos una respuesta definitiva.
Cada individuo está determinado a formar parte de una sociedad desde el momento de su nacimiento, asimismo se crean diferentes hipótesis, donde se puede comprender que cada persona está determinada a cumplir un propósito en su vida. Así lo establecen algunas religiones afirmando que hay algo más allá de nosotros, que desde un principio estableció un propósito definido.
Principalmente estamos destinados ya sea por la raza, que es parte de nuestra naturaleza física como individuos, así como por el país de nacimiento que determina una nacionalidad o una identidad nacional, también por el cuerpo físico, temperamento, grupo sanguíneo, código, lengua, salud, religión.
Cuando se llega a la educación superior, nuestras decisiones continúan estando determinadas por las carreras ya creadas por el sistema, donde nos desarrollaremos como individuos según las necesidades del país.
Tenemos claro que la libertad es una capacidad que tiene el ser humano para tomar una decisión, en cualquier aspecto. Sin embargo, hay situaciones que a lo largo de nuestra vida nos hacen dudar si en realidad como individuos podemos decidir con libertad o desde un principio estuvimos determinados.
Se explicará cómo el tema religioso es muy importante para comprender de acuerdo con las diferentes doctrinas, si es que desde un principio tuvimos ya un propósito designado por un ser divino antes de existir y es el que vivimos.
Además, el objetivo es analizar y comprender las diferentes situaciones que como individuos o como parte de una sociedad, nos hacen saber que, desde un inicio, dependiendo de nuestras posibilidades, somos definidos como personas en una comunidad. De esta manera se pueden comprender los aspectos que utilizamos día con día, han estado determinados desde un principio.
“Al aceptar que estamos destinados, renunciamos a la responsabilidad por nuestro destino individual. No damos cuenta y razón de nuestra vida; somos meros peones en manos del destino. Como somos y como vivimos no es mérito ni defecto nuestro”. Paul Strathem
Esta cita aporta para cuestionar, considero que en la manera como vivimos, a lo largo de nuestras vidas, cada persona ha formado su carácter dependiendo de cómo es física y emocionalmente, las situaciones por las que ha pasado, la familia, las personas que viven a su alrededor, entre otros sucesos. Conforme a esto, se puede decir que cada individuo está determinado desde el momento de su concepción, con base en esto se definió que las personas al nacer están designadas a formar parte de una sociedad, la cual está principalmente conformada por un sistema.
“La teología, o la reciente teoría del diseño inteligente, responde que es Dios quien determina el origen del universo y de la curación biológica del mundo”. Antonio Jesús Ruibal Peña,
Otra situación muy importante de analizar, es si cada persona está determinada a cumplir un propósito en su vida como lo establecen algunas religiones, algo más allá de nosotros, que desde un principio estableció un objetivo particular. Por lo cual, en el ámbito religioso se da a conocer el motivo a cada persona que está en la tierra, para un fin en específico, el cual está designado por un ser divino.
“Estamos determinados, en primer lugar, por las condiciones del nacimiento: raza, país de origen, cuerpo físico, talento, lengua, salud, código, religión, código moral, temperamento, grupo sanguíneo, etcétera”. Placide Gaboury.
Desde que nacemos los seres humanos, de acuerdo con Placide Gaboury, estamos totalmente determinados, ya sea por la raza que forma parte de nuestra forma física como individuos, el país de nacimiento nos otorga una nacionalidad y una identidad con herencia cultural como parte de un territorio el resto de nuestra vida. Con base en esto se pude comprender que nosotros como personas, nacemos con una definición de lo que seremos, pero teniendo en claro que mostramos una naturaleza libre de exploración y aprendizaje, y que seguiremos adelante sólo con lo que es significativo para nosotros, sin importar el lugar de nacimiento que es en donde nos desarrollamos los primeros años. Teniendo en claro que, en un futuro no muy lejano, comenzará el proceso al cual estamos determinados, ya sea como individuos o como parte de una sociedad. A lo largo de nuestras vidas tenemos principalmente a maestros y medios de comunicación, que tienen un papel de reproductores del sistema.
A lo largo de la trayectoria escolar, cuando se llega a la educación superior, nuestras decisiones están determinadas por las carreras ya creadas por el sistema, donde nos desarrollamos según las necesidades del país. Aunque una persona puede romper los parámetros determinados por la sociedad donde se desarrolla, por el simple hecho de creer en él mismo, de llegar a ser o cumplir sus sueños, cada individuo se determina a sí mismo.
Se cree que vivimos en un mundo de posibilidades, en donde cada persona puede tomar decisiones,
lo que considero que es una idea que las personas queremos creer; ya que cualquiera que sea la decisión que tomemos, es una decisión que ya estuvo prácticamente determinada desde tiempo antes, ya que todos como parte de una sociedad, vivimos buscando mantenernos en ella y de esta manera tener un sustento económico que es indispensable para cada individuo. Al tomar una decisión, por ejemplo, académica, las carreras de estudio ya están fijas según lo que el sistema necesita; sucede lo mismo en otros ámbitos de nuestra vida, por ejemplo, la ropa con que vestimos, los alimentos, el entretenimiento, medios de comunicación, entre otros. Están determinados para que nosotros como parte de esta sociedad, los obtengamos según creyendo que son nuestras necesidades, pero en realidad son necesidades creadas por el mismo sistema económico, apoyándose con los medios de comunicación.
Cada persona se forma a lo largo de su vida conforme las situaciones por las cuales pasó, dependiendo su lugar de nacimiento, familia, etcétera.
Aunque en un sistema se crea que todo es totalmente calculado, a veces puede suceder un error, ya que sigue estando conformado por seres humanos, de esta manera, aunque una persona puede romper los parámetros determinados por la sociedad, el solo hecho de que esta persona tenga metas o la iniciativa de cumplir sus sueños, se determina a sí misma. Para muchas personas la religión aporta mucho sobre nuestro propósito ya determinado en nuestra vida, ya que, con base en esto obtendremos las herramientas para cumplirlo, por lo que se puede concluir que cada individuo puede saber de primera instancia que aunque desde su nacimiento esté determinado con un propósito, este puede vivir su vida, sabiendo que todo lo que está a su alrededor, puede estar de una manera u otra definida, pero que solo con el simple hecho de vivir, experimentar la felicidad, conocer el amor, entre otras cosas. Se conozca que la vida no es solo seguir un sistema ya determinado, sino que seguir viviendo de manera que veamos la vida como lo que es, una increíble experiencia, extra-ordinariamente simple.
¿Somos libres o estamos determinados?
El ser humano está dotado de libre albedrío, y puede elegir entre el bien y el mal. Si sólo puede actuar bien o sólo puede actuar mal, no será más que una naranja mecánica. ¨
La naranja mecánica (1962)
¿El éxito en la vida de una persona depende de la buena suerte o de sus decisiones? ¿Podemos hacer algo para escribir nuestro futuro o el destino ya está marcado? ¿Somos realmente creadores de nuestro rumbo o más bien somos víctimas de nuestro entorno?
Durante mucho tiempo ha habido un antiguo debate filosófico para lograr comprender que genera el destino de los seres humanos. Por un lado, el pensamiento determinista dice que las personas estamos condicionadas y determinadas por nuestros genes y por nuestro medio ambiente y que en realidad no somos libres de tomar decisiones por nosotros mismos, así que el destino ya está marcado.  Por otro lado, los creyentes en el libre albedrio dicen que somos nosotros los que tomamos nuestras decisiones de manera voluntaria y libre por lo cual somos responsables de nuestro destino.
Los antiguos Romanos tuvieron también este doble enfoque dentro de su mitología y al determinismo lo asociaban con la diosa Fortuna la cual estaba simbolizada por una mujer que tenía una venda en los ojos y que iba repartiendo monedas al azar mientras cargaba una rueda. Fortuna era una deidad muy popular ya que la gente que creía en ella pensaba que todo el bien o el mal que los seres humanos pudieran experimentar en la vida dependía del poder de la diosa y ella ya había escrito el destino de los hombres, así que nada podrían ellos controlar.
Había otra diosa a la que podemos asociar con el libre albedrío que se llamaba Disciplina que a diferencia de Fortuna era menos popular porque era la encargada del trabajo duro, del esfuerzo, de la educación, de la motivación y de todas aquellas cosas que si podemos controlar y que si las hacemos obtendremos los resultados.
La mayoría de las personas nos alternamos entre ambas posturas, por ejemplo, cuando tenemos éxito en la vida y alcanzamos lo que deseamos tendemos a pensar que se debe a nuestro propio esfuerzo y a nuestras acertadas decisiones, sin embargo, cuando fracasamos o los resultados no son lo que anhelamos nos inclinamos a pensar que es gracias a la mala suerte o al ambiente exterior que propicio dichos resultados y evadimos la responsabilidad y es así como esta dicótoma nunca logra resolverse.
Mi opinión es que caemos en un error al tratar de pensar o que somos totalmente deterministas o que somos completamente libres y que todo depende de nuestras decisiones. La idea que propongo es que nuestra vida es una mezcla entre determinismo y libre albedrio y que al conjugar a ambos nos dan los ingredientes para poder comprender mejor nuestra vida. Es cierto que el medio ambiente 
influye en nuestras decisiones e impulsos, pero siempre podemos decidir nuestra respuesta y nuestra actitud ante el mundo si es que tenemos consciencia. Lo que ya está determinado en nuestra vida es aquello sobre lo que tenemos casi nulo control e incluyen cosas como:
1. Nuestros genes
2. Nuestra edad
3. Nuestro pasado
4. El lugar donde nacimos
5. Nuestros padres
6. Las características de otras personas
Lo que si podemos controlar y depende de nuestras decisiones son cosas como:
1. Nuestra actitud
2. Nuestros comportamientos
3. Nuestro aprendizaje
4. Nuestras decisiones
Podemos decir que el determinismo son las cartas con las que te toco jugar el juego de la vida (no lo puedes controlar) y el libre albedrío es la manera como decides jugar con dichas cartas (lo que si puedes controlar). Así que si nos enfocamos a aceptar y estar en paz con aquello que no podemos controlar y si además nos enfocamos y nos esforzamos por mejorar aquello sobre lo que sí podemos controlar habremos dado un gran salto en nuestra evolución personal. Finalmente me gustaría concluir con una idea que le aprendí a Marshall Goldsmith que logra reconciliar ambas posturas al decir que ¨Yo creo mi mundo y al mismo tiempo mi mundo me crea a mi¨, es decir que somos creadores de nuestra propia experiencia sin embargo somos influidos también recíprocamente por el mundo y aquello que no podemos controlar y así se da un balance en el YO y el MUNDO.
En el siguiente cuadrante expongo como lo ideal sería estar en el CUADRANTE IV ya que al vivir en el somos conscientes de que hay cosas que yo no puedo controlar, que no dependen de mí y que me influyen, pero también me doy cuenta de que soy creador de aquello que si depende de mí y eso me pone con la responsabilidad de crear mi propio mundo.









 

Comentarios

Entradas más populares de este blog

UN SABIO DIJO:

La vida es bella

A pesar de todas las vicisitudes que pasa la humanidad, nos toca seleccionar de nuestro paso en esta; las cosas y acciones que nos dan cierta satisfacción y convierten nuestra vida en momentos de complacencia y posibilidades de continuar y continuar...

EL MÁS FUERTE DEL MUNDO

 En una ocasión le preguntaron a la barra de acero si era la más fuerte del mundo Y ella dijo no, es el fuego porque a mí, me derrite. Le preguntaron al fuego si era el más fuerte del mundo y el fuego dijo no, es el agua Porque a mí me apaga. Le preguntaron al agua si era la más fuerte del mundo y el agua dijo no, es el sol. Porque a mí me evapora. Entonces le preguntaron al sol si era el más fuerte del mundo y el sol dijo no es la nube Porque, cuando se pone delante de mío, opaca mis rayos. Le preguntaron a la nube si era la más fuerte del mundo y la nube dijo no, es el viento. Porque a mí cuando sopla me lleva de un lado hacia otro. Le preguntaron entonces al viento si era el más fuerte del mundo Y el viento dijo no, es la montaña. Porque cuando soplo y me encuentro con ella me parte en dos. Le preguntaron a la montaña entonces si era la más fuerte del mundo Y la montaña dijo no, es el hombre, porque puede escalarme y con sus máquinas Me convierte en una planicie. Entonces le pregunt