La bondad es, tal y como la definen la mayoría de los diccionarios, la calidad de lo bueno que alguien sea, es decir, la tendencia natural a hacer el bien espontáneamente o, al menos, la resistencia a hacer el mal. Obviamente, esta palabra proviene de “bueno”, que en latín era bonus, y a su vez provenía de duonos, “eficiente” o “correcto”. La bondad hoy es un concepto moral complejo, en el que tienen cabida otras nociones como generosidad, amabilidad, respeto, consideración, empatía, apacibilidad, lealtad, honestidad y responsabilidad. Ello se debe a que la noción misma de “lo bueno” ha variado inmensamente a lo largo de la historia, a medida que también lo hacían las culturas y religiones, es decir, los códigos éticos y de conducta socialmente valorados. Por ejemplo, en la Antigua Grecia se sostenía que lo bueno debía ser siempre bello y verdadero a la vez, distinguiéndolo así del placer y asociándolo a la virtud, o sea, a lo armónico y equilibrado. Por eso, según los filósofos ...